El acuerdo con el FMI dio un paso más para convertirse en una realidad plena. Ya fue enviado por parte del Gobierno al Congreso. Ahora resta el debate parlamentario y, si se logra la aprobación, el ciclo terminará con la firma del Directorio del Fondo. O ahí comenzará el ciclo, ya que tal como se comunicó, habrán 10 revisiones trimestrales en los próximos dos años y medio, previas a los 10 desembolsos, a través de las cuales la economía local podrá quedar a tiro de default. La gran novedad es que los aumentos de tarifas superarán, por mucho, al 20% anunciado inicialmente y eso permitirá que no sigan creciendo los subsidios energéticos.

Por ahora la lectura acerca de la magnitud de los aumentos de tarifas generó algunas visiones disímiles. Y es que, aunque el Gobierno oficializó que el 20% de incremento quedó en la historia, no informó un número exacto sino que la actualización se regirá, tal como adelantó BAE Negocios en su edición del lunes pasado, según el 80% de la variación anual Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año anterior. Para el 2021 la variación interanual fue de 56,5%, aunque no se oficializó si la variación que se tomará será esa o el promedio anual.

Para el diputado del PRO, Luciano Laspina, el incremento de tarifas será de 85,9%. En ese caso, todo indicaría que sí se registraría una disminución de los subsidios económicos durante el 2022, aunque faltará determinar cuánto aumentan los costos de generación, con un petróleo y gas creciendo a alta velocidad.

 

Laspina estimó que la suba será de 195% para el decil de más ingresos de la población y para los grandes usuarios industriales. En ese sentido cabe destacar que para varios analistas la aplicación para el 10% más alto será complicada dado que habrá que acceder a bases de datos de Afip para cruzarlas con las de las distribuidoras. Laspina además calculó que el aumento llegará al 45,2% en el resto de los residenciales y los industriales intermedios, en base al 80% del CVS interanual de diciembre del 2021. Para los que cobran tarifa social alcanzará apenas el 22%, lo que implica una caída real de 23,4%.

El director de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, no coincide con esa estimación. Para él, lo que busca el Gobierno no es achicar subsidios sino lograr que no crezcan. En ese sentido, lo cierto es que utilizar la variación interanual de diciembre del 2021 del CVS no permite establecer si las tarifas superarán a la inflación del 2022 y a los costos de generación. Pero, además, no está claro si se usará la variación interanual de diciembre o el promedio anual. Tampoco está detallado, sostuvo, si eso se aplicará sobre la generación o sobre la tarifa final. El cálculo de Laspina toma todos supuestos que llevan al máximo de aumento posible en cada una de esas cuestiones.

“Para bajar subsidios contra el PBI las tarifas tienen que aumentar mucho más que la inflación, dado el encarecimiento de los costos energéticos a nivel global, con el barril de petróleo oscilando en torno a USD90. Que los salarios le ganen por mucho a la inflación lo veo difícil este año y la segmentación no lo va a cambiar. Creo que si se quisiera reducir subsidios se diría específicamente cuánto se aumentará la tarifa. Por ejemplo, el salario creció el año pasado en la comparación interanual pero cayó al medir promedios”, sostuvo Caamaño Gómez.

 

Una gran duda es, efectivamente, si el CVS que se tomará será el último dato publicado, es decir la interanual de diciembre, o el incremento promedio anual, que en 2021 fue de 45%. Ahí la clave fue que el salario aumentó en la segunda mitad del año, luego de las reaperturas paritarias. En la primera mitad se mantuvo bien por debajo de la inflación. Es decir que diciembre supera por mucho al promedio. Si el aumento de tarifas del 80% del CVS para el 65% de la población que está en el medio de la tabla de ingresos se aplica tomando en cuenta el promedio anual, entonces esa suba será de sólo 36%.

El director de Epyca, Martín Kalos, afirmó: “Me sorprendería que se use para el cálculo la variación interanual del último mes. Si fuera así, el aumento de tarifas no quedaría tan lejos de lo necesario para achicar subsidios”.

Y aclaró: “Hay dos componentes de los subsidios: uno es cuánto del costo de generación se le cobra a los hogares y otro cuánto aumenta el costo de la importación de los insumos que se usan para la generación. Hoy el precio internacional del gas vuela. Dejando eso de lado, para simplificar, se puede tomar a la inflación como referencia y suponer que los costos aumentan a ese 50% del IPC, aunque no es cierto. Si las tarifas aumentan el 80% de lo que subió el salario, entonces el incremento salarial tiene que haber sido de 60% para empatar a una inflación de 50%. A la vez, como hay segmentación y a un grupo pequeño, del 10% de la población, se le aumenta 200%; a otro el 80% de la suba salarial y a otro de 25% de la población el 30%, a grosso modo se compensan los que están por arriba del IPC y los que están por abajo. Para el detalle fino de cómo va a dar la cuenta faltan algunos detalles que no se conocen”.

La otra novedad del día fue que, luego de dos años de negociaciones, tanto el Gobierno como el FMI comunicaron que hubo coincidencia con el staff técnico en un Acuerdo de Facilidades Extendidas por USD45.000 millones (lo que dejará un endeudamiento neto de USD5.000 M), con 10 desembolsos en los próximos dos años y medio y que se pagará entre 2026 y 2034. Se buscarán unas reducciones progresivas del déficit fiscal y de la emisión monetaria y se atacará a la inflación con tasa de interés positiva y acuerdos de precios e ingresos. Todo eso además de la quita de subsidios energéticos al 10% con más ingresos, de la suba de 20% para la tarifa social y del aumento del 80% del CVS al resto.