El Gobierno eliminó la Dirección Nacional del INTA, a pesar del rechazo legislativo
En un decreto en el que no se hace mención al rechazo legislativo a la decisión de transformar al organismo de descentralizado en desconcentrado, se resolvió concentrar en su Presidencia las funciones asignadas al director nacional
Las disputas entre el poder Ejecutivo y el Legislativo tuvieron un nuevo capítulo con la decisión del Gobierno de avanzar con la restructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), luego de que la Cámara de Diputados rechazara la transformación del organismo de su condición de descentralizado, que le concede autonomía financiera, a desconcentrado, con lo que pasa a depender de la Secretaría de Agricultura, en la órbita de la Administración Pública Nacional.
En la edición de hoy del Boletín Oficial, se publicó el decreto 571/2025, por el que se suprime la Dirección Nacional de Instituto, por entender que “las razones operativas” que justificaban su existencia “han desaparecido” y sus funciones “resultan superpuestas” con las del presidente del organismo, que desde ahora concentra las facultades de la Dirección disuelta.
El decreto de la discordia
La medida toma como referencia el decreto 462/2025 que, entre otras decisiones, resuelve la transformación del INTA en un ente desconcentrado, por considerar que su descentralización "contribuyó al notorio sobredimensionamiento de su estructura, que aparejó dificultades en su supervisión estratégica y en la dispersión operativa.
“La transformación del INTA en un organismo desconcentrado es una medida necesaria, alineada con los principios de racionalidad organizativa y responsabilidad funcional, que garantizan la continuidad operativa del organismo”, sostuvo el Gobierno.
Ese decreto se dio a publicidad el 8 de julio, el último día de vigencia de la delegación de facultades otorgadas por el Congreso al Gobierno en la ley de Bases, y generó el rechazo de diferentes entidades agropecuarias, académicas y gremiales.
El miércoles 6 de agosto, la Cámara de Diputados realizó una sesión en la que el oficialismo perdió doce votaciones, entre ellas una que rechazaba los términos del decreto 462.
Seis días después, sin esperar lo que pudiera resolver el Senado, el Gobierno fue más allá en la restructuración del INTA con la supresión de la Dirección Nacional.
A punto de cumplir 70 años
El INTA fue creado por medio del decreto/ley 21.680 de 1956 como organismo autárquico, para “impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuaria y acelerar la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria y de la vida rural desarrollando capacidades para el sector agroindustrial y participando en redes que fomentan la cooperación interinstitucional; la generación de conocimientos y tecnologías al servicio de la sociedad, a través de sus sistemas de extensión, información y comunicación”.
Su restructuración fue defendida por el oficialismo por entender que tenía una estructura “sobredimensionada”, con 6.059 agentes y 932 cargos jerárquicos “lo cual supera a la dotación de cualquier Ministerio que conforman la Administración Pública Nacional”.
El Gobierno argumentó que “la magnitud operativa del organismo, junto con el elevado volumen presupuestario y su extendida red territorial, exigen un modelo de gestión que mejore la coordinación con las distintas áreas de la Administración Pública Nacional y refuerce los controles en la ejecución de los recursos”.