El IPC de junio en 1,6% ilusiona con una mejora en las cuentas externas
En un julio marcado por mayor tensión cambiaria, el dólar sube por encima del IPC. La dinámica podría mejorar la competitividad y aliviar el rojo externo, clave para el programa oficial
La inflación fue del 1,6% en junio, cumplió dos meses debajo del 2% y sorprendió con una aceleración que terminó siendo mínima. La núcleo disparó festejos al lograr perforar también el 2% por primera vez desde mayo del 2020 y terminó el mes en 1,7%. El Gobierno logró así que el IPC vaya por debajo de la devaluación en los últimos tres meses, lo que otorgó algo más de competitividad, lo que a su vez será fundamental que se consolide para que la apertura comercial deje de generar constantes rojos de cuenta corriente cambiaria. En ese sentido, será clave el IPC de julio, que por ahora viene moderado, pese a que el dólar subió a un ritmo más frenético.
El Indec publicó el IPC Nacional de junio y, de la mano de unos alimentos que se mantuvieron en un bajísimo incremento del 0,6%, similar por cierto al 0,5% que había dejado mayo, sorprendió por el bajo nivel de aceleración que mostró, luego de un 1,5% un mes antes. Esa leve décima por encima de la inflación de mayo se explicó por unos regulados que, aunque siguen muy por debajo del nivel de precios óptimo de 2018, fueron por encima del promedio, con un alza del 2,2% en junio.
Por ahora la gran novedad que dejó la medición de inflación del Indec fue el bajo nivel de pass through, virtud que estará a prueba en julio, con la disparada del dólar, que ahora se acercó a los $1.300 y se acomodó en la parte superior de las bandas. Si la economía del actual Gobierno tiene una amenaza latente, esa es el rojo de cuenta corriente cambiaria, que lleva 12 meses de continuidad gastando más dólares que los generados, y a los que ahora se le sumó una fuga en niveles fuertes. La explicación de ese constante drenaje de divisas, que hizo perder USD12.271 M en 12 meses de rojo de cuenta corriente, a los que se sumaron otros USD5.247 M de fuga en abril y mayo, es la competitividad cambiaria, luego del uso del dólar como un ancla, con un marcado atraso desde mediados del 2024.
Desde marzo, eso cambio, tal como narró el Grupo SBS, y el dólar se devaluó levemente en términos reales, lo cual es bueno para recuperar competitividad: “En el acumulado marzo-junio, la inflación acumulada fue de 10% frente a un FX spot que subió 13,1% punta a punta desde fines de febrero hasta fines de junio”. En ese sentido, el ITCRM, la medida de la competitividad cambiaria que publica diariamente el BCRA, mejoró. Pasó de unos preocupantes 78 puntos justo antes de la salida parcial del cepo, un nivel históricamente bajo, a 92,2 puntos este lunes.
Desde la consultora 1816 afirmaron: “En un contexto en el que el mercado parece mostrar preocupación por la dinámica de la cuenta corriente y la falta de acumulación de reservas, la suba reciente del tipo de cambio real podría ser leída como una corrección sana. El tipo de cambio real multilateral medido al A3500 aumentó más de 15% desde la unificación de abril. Si finalmente este movimiento ayudará a la solidez económica o no dependerá en buena medida del nivel de pass through, que podremos empezar a medir recién con la inflación de julio. Un mayor tipo de cambio, si no impacta mucho en precios, volverá más sostenible el programa económico”.
En ese sentido, la inflación de junio todavía estuvo marcada por el ancla cambiaria, ya que el dólar A3500 incluso cayó unos centavos al comparar fines de mayo con fines de junio (en promedio hubo una suba del 2,9%). A eso se le sumó el ancla salarial y fiscal, que modera al consumo de los hogares, y la tarifaria, que en el mes pasado no estuvo tan presente, tal como mostró el Indec. Para julio las condiciones cambiaron y el dólar saltó un 6% en los primeros 14 días (un 5,2% en promedio).
Desde el Grupo SBS destacaron: “Los datos de alta frecuencia que monitoreamos sugieren que la inflación general en el mes viene corriendo al ritmo de junio, con una desaceleración para la marca núcleo. Esto podría obedecer a incrementos en regulados que tuvieron lugar en el mes, recordando a su vez que julio suele ser un mes con incrementos en estacionales. Otro punto para ir siguiendo en julio es si la suba de 5,5% directo en el spot desde los mínimos de junio hacia el cierre del mes tuvo algún impacto y en qué grado”.
Las canastas aceleraron, pero bajó la pobreza
Una familia tipo necesitó $1.128.398 para no ser pobre en junio, según la Canasta Básica Total (CBT) del Indec, que aceleró fuerte luego del 0,1% de mayo y aumentó 1,6% mensual en junio. De esa forma, según la estimación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), a cargo del investigador Martín Rozada, se "proyecta una tasa de pobreza de 31,6% para el primer semestre de 2025", con un margen de error que la deja entre el 30,1% y el 33,1%.
Desde la UTDT agregaron: "La incidencia proyectada se puede descomponer mecánicamente en un promedio ponderado de una tasa de pobreza de 32,1% para el primer trimestre de 2025 y 31,2% para el segundo trimestre de 2025". Con todo, el número quedó por debajo del 38,1% del segundo semestre del 2024, publicado por el Indec. También es inferior al 52,9% del primer semestre del año pasado y al 41,7% de la segunda mitad del 2023.
En cuanto a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), subió 1,1% mensual, una fuerte aceleración luego del deflacionario 0,4% de mayo.