Con un magro aporte del dólar soja al fisco, la recaudación tributaria cayó 5,2% en términos reales durante mayo y presionará hacia un nuevo fuerte rojo fiscal para el sector público, tal como ocurrió en los primeros cuatro meses del año. Eso llevó a incumplir las metas con el FMI y a reabrir la negociación por nuevos objetivos. Además forzó al BCRA a emitir $670.000 M en asistencia al Tesoro.

En mayo, las retenciones crecieron sólo 36% anual, muy por debajo de una inflación que se proyecta en 116,1% si mayo tiene un alza de 8,8% tal como proyectó el Iaraf en consonancia con las consultoras. La nota positiva la dio el IVA impositivo con una extraordinaria suba de 15,1% real, lo que volvió a dar señales de un consumo que persiste pese a la alta suba de precios. Ganancias cayó con fuerza tras la suba del mínimo no imponible.

Afip publicó los números de la recaudación tributaria de mayo. Los datos serán clave para las cuentas públicas del quinto mes del año que, de esta manera, y pese al fuerte ajuste del gasto, sigue prometiendo un fuerte déficit fiscal. En el primer cuatrimestre del año, y tras el incumplimiento de la meta del primer trimestre, el rojo primario totalizó un acumulado de $1.021.300 millones. La meta del segundo trimestre, por ahora vigente, permite a junio un acumulado de $1.181.400 millones. La diferencia para lo que se podrá tener de déficit en mayo y junio es tan baja que a todas luces parece incumplible y más aún con la recaudación cayendo en mayo.

En concreto, la recaudación llegó a $3.178.454 en mayo, lo que implicó una suba interanual de 104,9% nominal. Si la inflación es de 8,8% en mayo, tal como proyectó ayer el Iaraf en consonancia con un IPC de alrededor de 9%, la interanual del Indec habrá redondeado un 116,6% en mayo. Al quitarle el efecto precios a la recaudación se observa entonces una contracción real de 5,2% interanual.

Distinto fue el caso del IVA, uno de los indicadores clave de los niveles de consumo: trepó 148,7% en su variante impositiva, es decir la que mide al mercado interno. Ahí la mejora real fue de 15,1%. Es decir, pese a la aceleración de precios y su esperable impacto sobre los salarios y el gasto de los hogares, el consumo se mantuvo en niveles altos en mayo. Además hubo una suba de 139,9% en el impuesto a las tarjetas, es decir de 11% real, que también funciona como indicador en ese sentido. La seguridad social, por su parte, como aproximado de lo que ocurrió con salarios y empleos, subió 117,8%, apenas por arriba del IPC, con una suba real de 0,8%.

El dato negativo lo dieron los derechos de exportación, que no mostraron el crecimiento que se había registrado durante las primeras versiones del dólar soja. Esta vez hubo incluso una fuerte contracción real, explicada principalmente por el efecto de la sequía. Desde Afip detallaron: “Este mes se encontró vigente la reapertura del Programa de Incremento Exportador por el que se modificó el tipo de cambio aplicado a la liquidación de los derechos. El mismo fue creado con el objetivo de fortalecer las reservas y de mejorar los ingresos tanto del Estado Nacional, como de los productores. Los ingresos de este Programa favorecieron la recaudación de los derechos del mes, aunque se habilitó que las declaraciones juradas efectuadas en mayo pudieran integrar el pago del tributo hasta el 4 de junio”.

El impuesto a las ganancias fue la otra explicación clave de la contracción real en la recaudación tributaria: subió sólo 84,9%, lo que significó una caída real de 14,4%.