La mayoría de los analistas del comercio exterior da por sentado que el superávit de 2024 se reducirá este año, debido tanto a los efectos de la apreciación cambiaria como al incremento de las importaciones por una mayor actividad económica, pero algunas estimaciones advierten que la reducción del saldo favorable podría ser de más del 50%, lo que complicaría el propósito oficial de contar con una mayor entrada de divisas genuinas.

Después de un superávit récord de USD 18.899 millones el año pasado, la consultora Abeceb arriesgó una caída de tal magnitud que el superávit “podría incluso ser una cifra inferior a las cinco cifras y rondar los USD 9.000 millones en 2025”, un desempeño peor al previsto meses atrás, debido a una corrección en las estimaciones que debió realizar tras conocerse los números del ICA (Intercambio Comercial Argentino) de febrero.

El mes pasado el superávit fue de USD 227 millones, que, si bien fue superior a los USD 162 millones de enero, pero un 83,9% menos que los USD 1.409 millones de saldo positivo de febrero de 2024.

 

Cambio de tendencia

 

La caída del saldo forma parte de una tendencia que se fue dando a partir de la segunda mitad de 2024, a medida que se fue superando la recesión del primer semestre y, en consecuencia, mejoró el consumo interno, además de la suba de las importaciones en porcentajes mayores a los de las exportaciones, en medio de la finalización del impuesto PAIS y la rebaja de aranceles de productos provenientes de otros países.

Al respecto, la consultora Invecq destacó que “las exportaciones vienen evidenciando un comportamiento positivo y acumulan ya catorce meses consecutivos de incrementos interanuales”, pero que a diferencia de las importaciones, esas ventas externas “vienen disminuyendo su ritmo de crecimiento, el cual pasó de 35,6% interanual promedio durante el último trimestre de 2024 (en cantidades) a 12,2% en el primer bimestre de 2025”.

 

Esa dinámica, “se traduce en un balance comercial cada vez más ajustado”, según la entidad presidida por Esteban Domecq.

En el mismo sentido se expresó LCG, que planteó que "sin llegar a la situación de 2017, las cuentas externas
empiezan a reflejar la tensión de la política cambiaria: el superávit se deteriora gradualmente por efecto de una
marcada recuperación de las importaciones con exportaciones creciendo a un paso más lento", en una situación parcialmente atenuada por el comportamiento de la balanza energética, que “empieza a jugar a favor”.

 

Las proyecciones

 

En un marco de mayor consumo interno, menores restricciones impositivas y arancelarias a las importaciones y una paridad cambiaria que viene siendo cuestionada por los exportadores, el consenso de los analistas del comercio exterior da por descontado un menor superávit comercial este año en relación con el anterior.

“Nuestra proyección de exportaciones para 2025 asciende a USD 81.600 millones y de importaciones a USD 69.200 millones, dejando un superávit comercial de USD 12.400 millones”, indicó LCG, que de esa forma prevé una caída de USD 6.500 millones respecto del alcanzado en 2024, un año que caracterizó como uno con “importaciones planchadas por efecto de la recesión”.

 

Las proyecciones de Abeceb son más pesimistas, que debió corregir sus estimaciones previas de un superávit en torno a los USD 12.000 millones, “dados ya dos meses de saldos comerciales más modestos de los esperados”, con superávit de “apenas USD 389 millones en el primer bimestre de este año versus USD 2.193 millones en igual bimestre de 2024” y de “importaciones creciendo por encima de las expectativas”.

“En este sentido, se estima que podría incluso ser una cifra inferior a las cinco cifras y rondar los USD 9.000 millones en 2025”, completó.