El Tesoro terminó mayo con financiamiento menor al necesario
El Tesoro logró un rollover de 108% en mayo, estuvo mejor que el 90% del fallido abril pero aun por debajo del 123% mensual necesario para cumplir la meta de emisión monetaria. En el primer trimestre estaba en 150% pero ahora el acumulado es de 122%, al borde. El BCRA sólo puede enviarle 1% del PBI y por ahora el cumplimiento luce complicado, salvo que haya revisión
El Tesoro terminó mayo mejor que lo esperado en materia de captura de pesos del mercado. De esa manera, en la última licitación no agravó la delicada situación en la que está respecto de la meta de financiamiento monetario del BCRA. Buscó tentar a los inversores sin presentar mayores opciones indexadas y de corto plazo, incluso en plena aceleración inflacionaria y con suba de la expectativa a 12 meses, y logró algo de financiamiento extra y terminó el mes con un rollover de 108%. Es menos que el entre 123% y 125% necesario para cumplirle al FMI pero alcanzó para llegar a junio con lo justo.
El viernes el Tesoro realizó la última licitación de mayo. Inicialmente se quedó corto. Con un vencimiento por alrededor de $167.000 millones, consiguió $156.740 millones. Hasta ahí, quedaba con un rollover por debajo del 100%, niveles similares a los del muy flojo abril. Sin embargo, en la segunda vuelta ante los creadores de mercado, ya durante el mediodía del lunes, consiguió otros $19.658 millones y pasó a un financiamiento neto positivo leve, de 105,6%.
De esa forma, mantuvo el nivel de la primera licitación del mes y mayo terminó con un rollover de 108%. Las consultoras definen en 123% (LCG) y 125% (Equilibra) el nivel de renovación de vencimientos que tiene que lograr en forma mensual el BCRA, de acá hasta fin de año, para cumplir con la meta de 1% del PBI de emisión monetaria para abastecer al Tesoro en sus gastos primarios. Con el 108% de mayo, y teniendo en cuenta el 90% de abril más el 150% promedio del primer trimestre, la cuenta está en 122%, según afirmó la Secretaría de Finanzas. Apenas por debajo de lo necesario, aunque aun a tiro.
La gran dificultad radica en que, si bien mayo fue un mes que en términos nominales lucía complicado, lo cierto es que la cuestión se empezará a poner difícil en serio recién a partir de junio. Tal como señaló el economista de Ecolatina, Juan Pablo Albornoz: "Aunque los vencimientos de mayo eran desafiantes nominalmente, solo un tercio correspondía a deuda atada a la inflación y más de la mitad era el bono que los bancos usan para integrar encajes y cuyo canje es esperable que tenga 100% de adhesión".
Si en mayo alrededor de la mitad de los instrumentos tenían una renovación garantizada, entonces la cantidad de vencimientos "riesgosos" llegaba a alrededor de $450.000 millones. En junio los vencimientos son por casi $600.000 millones, la mayoría es con privados y, además, lejos de estar en los bonos con los que los bancos forman encajes, el 60% de los vencimientos es en deuda indexada.
El gran cuco del año es septiembre, con vencimientos por casi $1 billón, por lejos el mes más abultado del año. Además, según destacó Albornoz, el 80% es en deuda CER. Un informe de la consultora 1816, sin embargo, mostró que la mitad está en manos públicas. Aun así, incluso reducido a alrededor de $500.000 millones, sigue siendo difícil.
Todos esos desafíos que se vienen pondrán en juego el cumplimiento de la meta monetaria, que permite emitir 1% del PBI en todo el año, para abastecer de pesos al Tesoro. Sin haber llegado a la mitad del 2022, ya se imprimió el 0,5% del PBI. Y hay que tomar en cuenta que, por razones estacionales, recién en diciembre ocurre el grueso del gasto fiscal (también junio es difícil, por el medio aguinaldo). Además, la meta del primer semestre permite adelantos transitorios por $438.500 millones y el BCRA ya envió $380.000 millones. Al límite.