Fin a una verificación de transporte: el cambio para camiones y colectivos

La norma deja sin efecto una tercera validación que estaba limitada exclusivamente a profesionales de una entidad

BAE Negocios

La Subsecretaría de Transporte Automotor formalizó la eliminación de un procedimiento de certificación de modificaciones y reparaciones de buses y camiones que, a su juicio, representaba un “monopolio” que limitaba la facultad de autorización a un grupo de profesionales de una sola entidad.

La supresión de los “Centros de Certificación” que dependían exclusivamente de profesionales adheridos a la Asociación de Ingenieros y Técnicos del Automotor (AITA) se concretó a través de la disposición 3/2025, publicada hoy en el Boletín Oficial, cuyo contenido había sido adelantado el 3 de octubre por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Transporte aprobó un nuevo reglamento de inscripción y funcionamiento de talleres para “simplificar y desburocratizar los procedimientos”, indicó en un comunicado, en el que explicó que hasta el momento la certificación de reparación y modificación de vehículos de carga y pasajeros contaba con tres instancias: taller habilitado, Centro de Certificación y Revisión Técnica Obligatoria (RTO). 

 

Monopolio

 

“Los Centros de Certificación dependían exclusivamente de profesionales vinculados a la AITA, lo que configuraba un registro cerrado que impedía la participación de otros profesionales idóneos, generando demoras y mayores costos”, denunció.

La nueva disposición “elimina el monopolio de AITA y garantiza la libre concurrencia de prestadores habilitados para certificar vehículos de transporte de pasajeros y cargas”, con un esquema que “busca un acceso más ágil y transparente, poniendo fin a los Centros de Certificación que promovían prácticas restrictivas”, añadió.

Transporte Automotor criticó el sistema implantado por la disposición 1/2022, que “impedía habilitar unidades que ya habían aprobado la RTO o que fueran 0 km”.

 

Certificaciones virtuales

 

“Además, la escasez de certificadores (asociados a AITA) disponibles en el país llevó a que en muchos casos se recurriera a certificaciones virtuales, lo que contradecía el espíritu de la norma orientada a garantizar la seguridad”, planteó.

De ahora en más, la inscripción de los Talleres de Modificación y Reparación de Vehículos de Pasajeros
y Cargas de Jurisdicción Nacional se realizará de manera online y gratuita a través de la Plataforma de Trámites a Distancia (TAD), en el ámbito de la Comisión Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, dependiente de la Subsecretaría de Transporte Automotor.

 

El “kiosco”

 

Según Sturzenegger, la medida derogada constituía lo que denominó “un kiosco” implantado en la Presidencia de Alberto Fernández.

“En la práctica, se convirtió en la certificación de la certificación: el taller habilitado hacía la modificación, un centro revisaba lo ya revisado y solo entonces intervenía la RTO a revisar el vehículo nuevamente. Y, como si fuera poco, solo unos pocos establecimientos vinculados a AITA podían darse de alta como certificadores. Sin el visto bueno de estos muchachos, los transportistas que modificaran su vehículo no podían pasar la RTO”, aseguró el funcionario.

 

Esa “certificación de la certificación” había sido denunciada en noviembre de 2022 por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), en un pedido de acceso a la información pública en el que denunció que ese trámite “sólo duplica burocracia y costos, resulta inexplicable y genera preocupación y malestar en un sector clave para el funcionamiento de la economía del país”.

 

Duplicación de trámites

 

Al respecto, Sturzenegger se refirió a lo que caracterizó como “la cereza del postre” consistente en que por la escasa cobertura territorial de los certificadores habilitados “la ‘verificación’ terminaba siendo, en muchos casos, vía WhatsApp”, y que por esa gestión remota “los certificadores se llevaban cerca de $200.000”.

“Nada de esto reforzó la seguridad; sí armó un negocio cerrado y un costo adicional para los transportistas”, aseveró.

Con la entrada en vigencia de la nueva disposición, “este curro se terminó”, indicó el ministro, ya que “se elimina el ICM y la exclusividad de los centros”, y en consecuencia “la conformidad técnica vuelve a donde corresponde: talleres expresamente habilitados a tal fin que emiten la certificación correspondiente, con directores técnicos civil y penalmente responsables, y el control final permanece en la RTO”.

 

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