La inflación de agosto que dará a conocer la semana próxima el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) será una nueva oportunidad para que el presidente Javier Milei renueve su enfrentamiento con economistas y consultores, a los que denomina despectivamente “econochantas”, respecto a la validez de sus pronósticos que, en los últimos meses, fueron superiores a las variaciones reales.

Desde los despachos oficiales confían en que el miércoles 11 a las 16, el organismo dirigido por Marco Lavagna de a conocer un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que perfore el piso del 4% por lo menos en una décima porcentual, una performance que le permitiría mostrar la inflación mensual más baja desde diciembre de 2021.

 

Qué dicen las consultoras

Hasta que se conozcan las cifras oficiales, se cuentan con las proyecciones que 28  consultoras y centros de investigación y 14 entidades financieras plasmaron en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que dio a conocer el jueves el Banco Central.

El promedio de inflación esperada para el mes pasado fue del 3,9%, lo que marcaría una coincidencia con las estimaciones oficiales, si bien también se conocieron mediciones como las de la Fundación Libertad y Progreso, a la que su afinidad con las políticas del Gobierno no le impidió arriesgar un 4,4% que desentonó con el resto de las consultoras, en su mayoría con marcas del 4% o menos.

Pero las coincidencias entre el gobierno y las consultoras en términos de inflación terminarían ahí, ya que es notoria la desconfianza del mercado en la posibilidad de contar en el corto plazo con índices mensuales que “comiencen con 1”, como expresó a principios de agosto el ministro de Economía, Luis Caputo.

Las proyecciones inflacionarias mensuales del REM hasta febrero del año que viene están lejos de índices como los que postuló el jefe del Palacio de Hacienda y ni siquiera esperan que haya casos que “empiecen con 2”: las medianas esperadas para los próximos meses son de 3,5% para septiembre, el mismo porcentaje para octubre, 3,3% para noviembre, un salto en diciembre al 3,6% y un 3,4% tanto para enero como para febrero de 2025.

 

De las proyecciones a la realidad

Si las expectativas del mercado se plasmaran en la realidad, la posibilidad de cerrar el año próximo con una inflación en torno al 40% entraría en una seria dificultad, aunque en la Casa Rosada y el Ministerio de Economía relativizan la eficacia de los pronósticos privados.

Para fundamentar esa postura, tanto en Balcarce 50 como en Hipólito Yrigoyen 250 sacan a relucir los relevamientos de meses anteriores y resaltan que esas proyecciones no terminaron por reflejarse en la realidad.

El REM elaborado el 11 de enero mostró una expectativa de inflación para todo 2024 del 213%, levemente superior al 211,4% con el que cerró 2023, pero 90,1 puntos porcentuales por encima del pronóstico que las mismas fuentes dieron a conocer en la última consulta del Banco Central.

En el caso de los pronósticos de inflación mensual, tampoco hubo coincidencias con los datos que luego difundió el Indec.

 

Qué se decía a principios de año

El repaso de las expectativas de mercado informadas en enero de este año muestra diferencias de hasta 5,8 puntos porcentuales con la inflación real:

• Para enero, se proyectó una inflación de 25%, pero el Indec informó un IPC del 20,6%.
• En febrero, la expectativa de mercado fue de 18,2%, contra el 13,2% oficial.
• Marzo tuvo un índice de precios al consumidor del 11%, inferior al 15% proyectado en el REM.
• La menor diferencia se registró en abril, con una proyección de las consultoras del 12% y una inflación oficial del 8,8%.
• Por el contrario, la mayor brecha se dio al mes siguiente, con un 10% promedio en el REM y un 4,2% difundido por el Indec.
• En el caso de junio, las fuentes consultadas en el REM llegaron a un promedio del 8,3%, pero la inflación oficial fue del 4,6%.

Hubo que esperar al relevamiento de febrero para contar con la primera estimación privada de inflación para agosto, por entonces proyectada en un 5,8%.

El próximo miércoles se conocerá el índice oficial de agosto y será la ocasión para un nuevo “round” en la disputa entre Milei y los economistas y consultores, que promete tener varias reediciones mes a mes, en los que se verán los efectos contrapuestos que causarán, por un lado, la rebaja parcial del impuesto PAIS y la caída de las cotizaciones de los dólares alternativos y, por el otro, los aumentos en las tarifas de los servicios públicos.