Un plan similar al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que repartirá alrededor de $14.400 se encuentra en desarrollo en el Senado. Es una alternativa al Salario Básico Universal, un reclamo de las organizaciones sociales, en la que están trabajando legisladores oficialistas. Luego del tratamiento del Presupuesto 2023 tras las vacaciones de invierno, se espera que el recinto se aboque a este proyecto.  

Ante la presión en las calles, el salario básico universal se convirtió en uno de los temas de debate insoslayable entre los tres principales dirigentes políticos de la coalición gobernante. Mientras el presidente Alberto Fernández y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, tienen algunos reparos para avanzar en este sentido, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, decidió impulsar en el Senado un proyecto de ingreso social complementario para suavizar las consecuencias de la escalada inflacionaria en los sectores más vulnerables.

Mientras el gobierno implementa el subsidio de luz y gas en el marco de la segmentación de tarifas, todavía no está confirmado si el Ingreso Complementario lo recibirán titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH), Asignación Universal por Embarazo (AUE) u otras prestaciones de Anses, pero sí se conoce su finalidad. 

"El salario básico universal viene a proponer que ninguna persona sea indigente en Argentina", sostuvo la secretaria adjunta de la UTEP, Dina Sánchez, en la asamblea llevada a cabo en Constitución, una de las tantas que se realizaron el miércoles con el objetivo de hacerle saber al Gobierno el descontento que hay en los barrios populares, más aún luego de las medidas anunciadas por la ministra de Economía, Silvina Batakis. Incluso, en las últimas horas, el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, amenazó con irse del Frente de Todos.

 

Qué es el salario básico universal y el Ingreso Complementario

Esta iniciativa plantea originalmente que el SBU sea otorgado a personas que tengan entre 18 y 64 años que se encuentren desocupadas, pertenezcan a la economía informal, se encuentren inscriptas en la categoría 'A' del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes o se encuentren inscriptas en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente.

La idea de torcer la agenda del Ejecutivo llegó al Congreso hace un tiempo. A mediados de mayo, el diputado Itai Hagman (Frente Patria Grande) presentó una iniciativa de salario básico universal junto a Natalia Zaracho y a Federico Fagioli, sus compañeros de espacio. Sin embargo, el texto no se trató en comisiones hasta el momento. Ni en la Casa Rosada ni en la presidencia de la Cámara baja estaban interesados en debatirlo. Desde un caso, aducían que iba en contra de lo acordado con el FMI; desde el otro, preferían discutir las propuestas que buscan convertir los planes sociales en trabajo formal.

Por ahora solo hubo algunas conversaciones con los impulsores en Diputados del salario básico, pero faltan precisar varias cuestiones. "Está en proceso de definiciones", dijeron desde el interbloque de senadores oficialista.

La iniciativa del Ingreso Complementario no será igual a la propuesta que promueven desde el Frente Patria Grande, pero sí contendrá algunos puntos similares. Las principales dudas son de cuánto será el monto y a quiénes estará dirigido.

El proyecto que presentó Hagman establece que el salario básico universal equivalga a una canasta alimentaria de un adulto. En total, beneficiaría a entre 7,5 millones y 9 millones de personas.

Discusión por el Ingreso Complementario

El tema volvió a tomar fuerza semanas atrás cuando Cristina Fernández de Kirchner planteó que era preciso abordarlo. Apenas asumió, a diferencia de su antecesor, Martín Guzmán, Batakis también dio señales en ese sentido, aunque el salario básico universal no figura entre sus prioridades.

A pesar de la resistencia de un sector del oficialismo, la vicepresidenta solicitó a un grupo de senadores, entre ellos la jefa del bloque de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, que empiece a trabajar en el borrador de un "Ingreso Complementario".

En el Ejecutivo están quienes creen que es necesario acotar el ingreso o salario a un universo menor de personas y que la suma sea la mitad de la que proponen las organizaciones sociales.

También hay diferencias en cuanto al momento para lanzar una medida de estas características, ya que consideran que debería ser recién cuando esté aprobado el Presupuesto 2023.

Lo único en lo que cada vez hay más acuerdo es en que el ingreso sea sancionado por el Congreso, en lugar de que salga por decreto, como planteaban algunos.

En Diputados, aún los que apoyan la idea de un salario o ingreso, creen que será muy difícil lograr el acompañamiento de la oposición. Desde Juntos por el Cambio ya anticiparon que no están de acuerdo con la iniciativa.