La 29° Conferencia Industrial de la UIA comenzó con incertidumbre sobre la asistencia de Javier Milei, la falta de interlocutores para las propuestas industriales del próximo gobierno nacional y fuertes críticas sobre la actual situación macroeconómica. Por eso, en el primer panel, el jefe de Gobierno electo para la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, reconoció que hasta hace algunas semanas la palabra imperante era la “incertidumbre plena” y propuso cambiar el tono hacia el optimismo y la esperanza. Para eso, les prometió a los industriales diálogo, competitividad tributaria respecto del resto del país y los invitó a revertir el enfoque en servicios por uno industrialista para el desarrollo del sur de la Ciudad.

Macri fue presentado por Daniel Funes de Rioja, el presidente de la UIA quien destacó que en esta ocasión de cambio de modelo las empresas están “con todas las expectativas”, pero también con “dolores y pesares” en relación a las dificultades económicas que enfrenta el sector. En este sentido, el futuro jefe de Gobierno porteño ponderó la resiliencia de los argentinos para “sostener y resurgir”. Es que en los salones del Centro de Convenciones de la Ciudad, la gran pregunta pasaba por cuándo se normalizaría la provisión de insumos y el nivel de actividad dejará de caer. Al fin y al cabo, el mismo Javier Milei reconoció públicamente que los próximos meses serán de estanflación, algo que los industriales ya daban por descontado en buena medida, pero ahora la pregunta se centra en hasta dónde el nuevo gobierno está dispuesto a profundizar la recesión dentro de su programa de estabilización.

Sin injerencia sobre la macro, Macri se centró en la gestión de su metro cuadrado y remarcó que “anunciamos una baja de impuestos muy concreta en la Ciudad que la vamos a sostener” y reforzó que la Ciudad es competitiva en materia de Ingresos Brutos respecto del resto del país. “Lo más importante que tiene esta Ciudad es el privado, esta Ciudad se impulsa por las ganas de hacer del privado”, dijo en relación al buen dinamismo y desarrollo del norte de la Ciudad, pero para el sur propuso un trabajo conjunto del sector público con el privado para desarrollarlo “poniendo sobre la mesa todos los conflictos”.

“La Ciudad tiene que recuperar una vocación de perfil industrial”, dijo y cuestionó que “hace un tiempo el país se fue muy hacia los servicios”. En este sentido, destacó a la industria farmacéutica y ponderó que la Ciudad tiene “el mejor capital humano de la región”.

Conforme a antiguos reclamos de los industriales, Macri se comprometió al diálogo con los industriales y adelantó otras de las batallas en su agenda: recuperar la terminal de ómnibus que maneja la Nación y no la Ciudad, la “autonomía de la IGJ que ha expulsado muchas SAS” y comprometió un “fuero laboral moderno, sano, limpio que entienda las nuevas formas de generar empleo y trabajo”.