La baja del crawling motorizó una gran licitación
El Tesoro cambió su postura respecto al crowding in y la emisión virtuosa de pesos y celebró haber sacado pesos de circulación, gracias a un rollover del 206% y un engrossamiento de sus depósitos en el BCRA, que ya lucían flacos
Tras anunciar que se cumplirá la promesa de una baja del crawling peg al 1% mensual desde el 1 de febrero, revitalizando los números del carry trade, el Tesoro consiguió un fuerte rollover de sus vencimientos en pesos, luego de cuatro meses con renovaciones inferiores al 100%. La amenaza que generó la caída de los depósitos del Tesoro en pesos obligó a cambiar de estrategia y se dejó de alimentar la idea del crowding in. Esta vez vencían $1,7 billones y, ofreciendo una tasa muy positiva, el Tesoro logró un rollover del 206%, con el que alimento en $1,8 billones sus depósitos, intentando alejar la amenaza de una emisión del BCRA que ensanche indeseadamente la base monetaria amplia.
En la última parte del año, con depósitos que habían llegado a los $13 billones, desde el Ministerio de Economía se venía viendo como positivo que las licitaciones no lograran renovaciones de más del 100% de lo que vencía cada mes. Se lo leía como un crowding in virtuoso. Es decir, que la reactivación económica estaba generando una mayor demanda de pesos en forma de créditos bancarios, lo que incentivaba a las instituciones financieras a dejar de prestarle dinero al Tesoro y volcarse a alimentar esa demanda de préstamos.
Los depósitos cayeron hasta los $6 billones y apareció un riesgo. Si bien hasta entonces la posiblidad de que el Tesoro desarmara parte de sus depósitos en el BCRA implicaba necesariamente emisión de billetes, es decir agradandar la base monetaria, con esos depósitos adelgazados, un rollover promedio del 75%, según Portfolio Personal Inversiones (PPI) daba margen hasta mediados de febrero. Luego, el BCRA iba a tener que asistir al Tesoro con emisión propia para cubrir los vencimientos, lo que implicaría ya no un crecimiento solo de la base monetaria, sino un incremento de la base monetaria amplia por encima de los $47,7 billones que el Gobierno destaca mantener quietos. Una emisión tal como se la conoce, con sus riesgos de salida al dólar financiero (dado el cepo en el oficial).
Así, esta vez el Gobierno dejó de hablar del crowding in virtuoso y celebró el incremento de los depósitos, a la sombra de la promesa de una devaluación mensual de apenas 1% que, si bien magnificará el atraso cambiario y afectará a la competitividad externa, incentivará a las empresas exportadoras a hacer carry trade. El rollover del 206%, y el crecimiento de $1,8 billones de los depósitos del Tesoro esta vez no implicarán emisión virtuosa, sino la absorción y retiro de circulación de esos pesos.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, narró: “La Secretaría de Finanzas anuncia que en la licitación de hoy adjudicó $3,49 billones habiendo recibido ofertas por un total de $4,10 billones. Esto significa un rollover de 206% sobre los vencimientos del día de la fecha. El excedente de $1,80 billones será depositado en la cuenta del Tesoro en el BCRA. La demanda por títulos del Tesoro en esta ocasión ha permitido estirar los plazos reduciendo los costos de refinanciamiento”.
El líder de Estrategia de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Pedro Morini, analizó: “Las tasas de colocación fueron más atractivas que las del mercado secundario, con el objetivo de captar el máximo posible de lo que se ofrecía. En concreto, la Boncap de junio de 2026 se colocó a 2,15%, lo que representa casi 10 puntos básicos (en TEM) por encima de lo que anticipábamos en el mercado secundario, mientras que en las Lecap también se pagó premio. Hay que destacar que esto ocurrió en un escenario de escasez de pesos, considerando la disminución de las tenencias de LEFIs por parte de los bancos y el aumento de los pases activos del BCRA”.
Y agregó: “Por otra parte, resulta lógico que el Tesoro haya buscado un rollover superior al 100%, dado que el próximo vencimiento de enero será mucho más desafiante, vencerán casi $12 billones, frente a los $2 billones que vencían en la primera parte de enero . Entonces si bien la posición del Tesoro en relación a sus depósitos era holgada para esta licitación, tiene sentido que se haya querido preparar un colchón de depósitos adicional de cara a los próximos vencimientos”.