La mejora de la productividad quedó en mano de las empresas
La productividad da señales de ir bien por encima de los niveles de aumentos salariales, lo que implicó un incremento en la tasa de explotación por parte de las empresas. El PBI ofrece mejoras pero en términos distributivos el derrame es menor
En línea con lo manifestado por Cristina Fernández de Kirchner durante el acto en la UOM, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó la brecha que existe entre los indicadores de productividad de algunos sectores claves con el nivel salarial, foco de la actual distribución regresiva del ingreso.
“Si ponemos el foco en los últimos años, desde el último trimestre de 2019 hasta la actualidad la productividad laboral por puesto subió 14%, mientras que los ingresos reales de los asalariados solo mejoraron 2%. Es decir, el 83% de la mejora en la productividad laboral de estos últimos 3 años se lo quedaron las empresas”, indicó el CEPA
Para el caso del sector primario (Agricultura, ganadería, caza y silvicultura), la productividad laboral es igual a la del segundo trimestre de 2016 y consiste en uno de los niveles más elevados de la serie. Sin embargo, el ingreso medio real de los trabajadores de ese sector apenas mejoró en el último trimestre y está hoy 12 puntos por debajo del valor de 2016. El sector primario fue el principal beneficiario del dólar soja y de la disparada de los precios de las materias primas tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Para el caso de la industria manufacturera, la no-retribución de las mejoras en la productividad laboral son aún más marcadas. Al segundo trimestre de este año, la productividad por puesto es 7% superior a la de 2016 y constituye el valor más alto de la serie. Sin embargo, el ingreso medio real de los trabajadores de ese sector acumula una pérdida cercana a los 25 puntos desde 2016.
En términos del dinero no percibido por los trabajadores de la industria manufacturera en función de esta brecha entre productividad y salario llegó a 1,6 billones de pesos, según el análisis de CEPA.
La mejora en la productividad laboral fue un pilar de la recuperación económica de 2021-2022. Sin embargo, tal realidad no se percibió en el bolsillo de los trabajadores. En base a este diagnóstico, la vicepresidenta reclamó la aplicación de una suma fija para elevar el nivel salarial.
