El parque eólico necesario para la producción de hidrógeno verde en Argentina comenzará a construirse en 2025 en la provincia de Río Negro. Según confirmó la empresa australiana encargada del mega proyecto energético, se espera que las obras lleven al menos dos años en completarse, aunque luego restará la concreción de la planta de hidrógeno. En paralelo, el Gobierno apuesta porque se pueda aprobar la Ley de Hidrógeno Verde antes de las elecciones para facilitar el desarrollo de nuevos proyectos. La inversión de la firma extranjera es de USD8.400 millones, la más grande para el país en las últimas dos décadas. 

En diálogo con BAE Negocios, la compañía Fortescue Future Industries (FFI) adelantó que "se podría estimar el inicio de obra (del parque eólico) para el tercer trimestre del año 2025, una vez finalizados los trabajos de adecuación del proyecto original y los ajustes de estudios, permisos e ingeniería" y calcularon que "llevará al menos 2 años" desde el inicio de los trabajos en la provincia patagónica hasta su puesta en marcha.

Es decir, el parque eólico podrá comenzará a funcionar a finales de 2027 o principios de 2028. Una vez completado ese paso, la firma espera comenzar las obras del proyecto Pampa, la planta generadora de hidrógeno verde. La misma, según explicaron desde Fortescue, todavía no tiene una fecha de inicio fijada.  

De hecho, aclararon que el plazo de construcción del parque eólico "queda sujeto a la decisión final de inversión por parte de la empresa, como así también al desarrollo de un marco regulatorio nacional para la industria de hidrógeno verde y a condiciones macroeconómicas que propicien inversiones de capital intensivo".

Ley de Hidrógeno Verde

Enviado en mayo, pero todavía no tratado por el Congreso, el proyecto de Ley de Promoción del Hidrógeno tiene por objetivos: "Propiciar la investigación, desarrollo, producción, transporte, y comercialización nacional e internacional del hidrógeno, así como el desarrollo productivo a lo largo de su cadena de valor, fomentando las inversiones y los desarrollos científicos y tecnológicos". 

Para estos tipos de iniciativas, la normativa dispone de un paquete de beneficios fiscales para fomentar las inversiones, así como el acceso al Mercado Libre de Cambios (MULC), facilidades en los derechos de exportación y beneficios para proveedores. Dichos beneficios tendrían una vigencia de 30 años.

Además, se crearán la Agencia Nacional del Hidrógeno, que servirá como organismo descentralizado, y el Consejo Federal del Hidrógeno, que tendrán funciones de asesoramiento y debate para la implementación de medidas acordes para las producciones que se radiquen en el país.

Hace unos días, la secretaria de Energía, Flavia Royón, afirmó que la Argentina tiene entre los mejores lugares del mundo a la región patagónica para producir energía eólica, "con factores de carga del orden del 60% cuando el promedio mundial es del 35%", y "en el norte del país a partir de energía solar". Por ese motivo, pidió tratar la ley de hidrógeno, que es "clave para el desarrollo" del país.

Asimismo, el mes pasado, se presentó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno (ENH), que proyecta que Argentina alcanzará una producción de 5 millones de toneladas anuales de hidrógeno de bajas emisiones hacia 2050. Las estimaciones del Gobierno prevén que el desarrollo de la actividad impulsará la creación de más de 80 mil puestos de trabajo calificados.

Desde FFI reconocieron a este medio que "si bien el envío del proyecto de ley al Congreso es un paso adelante para convertir a la Argentina en un referente de producción de hidrógeno verde en la región, aún es necesario profundizar el debate para la inclusión de puntos clave como son el acceso a financiamiento a costos competitivos a nivel internacional y un régimen impositivo adecuado a las necesidades propias de la industria".

Hidrógeno verde: ¿qué es y para qué sirve? 

El hidrógeno verde hace referencia al hidrógeno generado a partir de energías limpias, bajas en dióxido de carbono y sin impacto negativo en el medioambiente. Es decir que este tipo de hidrógeno proviene de fuentes renovables, principalmente la eólica y la solar. 

A nivel comercial, este tipo de hidrógeno se utiliza como materia prima en refinerías y en la industria química, como parte de una mezcla de gases en la industria siderúrgica o en la generación de calor y energía. También sirve para almacenar energías renovables, mientras que en el transporte se postula como un elemento clave para la movilidad eléctrica y la descarbonización de todo tipo de transportes.