Llegó el día: los subsidios al Transporte superaron a los destinados a la Energía
Por una tendencia desigual en los recortes, las transferencias a colectivos y trenes pasaron en un año de ser un 36,2% menos a un 3,2% más que las focalizadas en electricidad y gas
Los subsidios que el Estado nacional transfiere habitualmente a sectores económicos, empresas públicas y fondos fiduciarios registraron una novedad en junio, ya que por primera vez desde que se instituyeron en 2002 los destinados al sector del Transporte fueron mayores que los girados al energético, debido a que estos últimos vienen experimentando recortes más significativos que los primeros.
Según el informe dado a conocer hoy por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), el mes pasado se giraron $246.261 millones en concepto de subsidios al Transporte, un 3,2% más que los $238.533 millones transferidos a Energía, cuando doce meses atrás la relación había sido inversa, con recursos para el Transporte que fueron un 36,2% inferiores a los energéticos.
El hecho constituye un fenómeno inédito en la composición de los subsidios económicos, salvo contadas excepciones ocurridas en el inicio de cada gestión presidencial, en los que las nuevas administraciones suelen revisar los contratos de las anteriores, pero que no obedecen a cuestiones de política económica sino a coyunturas administrativas.
En el acumulado semestral, los subsidios a la Energía aún siguen siendo mayoritarios, aunque con un margen cada vez más estrecho, ya que acusaron una caída real del 67% contra una del 27,4% del Transporte.
Los subsidios en junio
El mes pasado, el total de los subsidios económicos ascendió a $522.279 millones, con una caída nominal interanual del 25,2%, que a valores constantes representó un recorte del 46,3%.
El sector energético fue el que mostró la caída más significativa, con una baja nominal del 40,9% y real del 57,6%, en tanto en Transporte la merma fue más modesta (-4,3% y -31,3%, respectivamente), mientras que le resto de los sectores, con una participación marginal en el total, tuvo un descenso del 0,6% a valores corrientes y del 28,7% en términos constantes.
ASAP señaló que las transferencias a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que distribuye los subsidios entre las generadoras, fueron de “apenas” $34.555 millones, con una caída interanual ajustada por inflación del 41,4%, siendo menor incluso en términos nominales al registro de junio 2024.
A diferencia de lo ocurrido en los últimos meses, Enarsa recibió transferencias corrientes por $180.000 millones, que implican una caída real del 61,5%.
Subsidios de transporte
Dentro de los subsidios al Transporte, que pasaron a ubicarse en el primer lugar, se destacó la caída de los destinados al transporte automotor (-46,7%) que más que compensó el aumento de los subsidios al transporte ferroviario (+26,1%), por las transferencias a Operadores Ferroviarios.
Si bien en el acumulado del primer semestre aún se ubican detrás de los energéticos, los subsidios al transporte ganan posiciones mes a mes, lo que se refleja en una menor cobertura de las tarifas de colectivos y trenes en relación con los costos de explotación en comparación con las de los servicios públicos de gas y energía eléctrica.
El “lado malo” de este fenómeno es que en los próximos años cabe esperar aumentos mayores en el transporte público de pasajeros que en las facturas de luz y gas.
Recortes en subsidios y tarifas
Los recortes a los subsidios aplicados en lo que va de la gestión del presidente Javier Milei obedecen a dos razones: la necesidad de equiparar las tarifas de los servicios públicos que pagan los usuarios con los costos de explotación y, principalmente, la de consolidar el superávit fiscal, dado el peso que tuvieron en las últimas dos décadas en los resultados primario y financiero.
Esa incidencia de los subsidios en el resultado fiscal fue disminuyendo al compás de sus sucesivos recortes, aunque no por ello deja de ser significativa, al punto que en el acumulado del primer semestre representaron un gasto de $2.483.072 millones.
A pesar de tratarse de un monto nada despreciable, su participación dentro de los gastos totales de la Administración Pública Nacional fue en declive, pasando del 14,3% en el primer semestre de 2022 al 12,4% en el mismo lapso de 2023, 10,4% en enero-junio de 2024 y 4,4% en el mismo período del año en curso.