Los biocombustibles vuelven a subir más que la inflación, a dos semanas del último aumento
En lo que va de 2025, el precio mínimo del biodiésel tuvo un incremento del 58,65%. El último aumento fue hace dos semanas
Los precios mínimos de adquisición de los biocombustibles volvieron a aumentar dos semanas después del último incremento, con un ajuste que en esta oportunidad fue del 6,17% para el biodiésel, destinado para su mezcla con gasoil, y del 3% para las variantes de bioetanol elaboradas con base en el maíz y la caña de azúcar, para el corte de naftas.
Los nuevos valores fueron establecidos a través de las resoluciones 443/2025 y 445/2025 de la Secretaría de Energía, ambas publicadas hoy en el Boletín Oficial, y tendrán impacto en el precio de venta de los combustibles, al tratarse de uno de los componentes que inciden en el valor final de los carburantes.
Aumentos diferenciados
Los incrementos diferenciados profundizaron la brecha entre las dos modalidades de biocombustibles, mucho más se tiene en cuenta que en los últimos meses el biodiésel tuvo ajustes quincenales, a diferencia de los de frecuencia mensual del bioetanol.
La acumulación de esas subas diferenciadas determinó que desde diciembre de 2024 hasta la actualidad el precio mínimo de adquisición del biodiésel registrara un alza del 58,65% y el del bioetanol del 30,44%, en ambos casos por encima de la inflación proyectada hasta noviembre, de aproximadamente 27%.
Los nuevos precios
Con los nuevos ajustes autorizados, el precio mínimo de adquisición de la tonelada de biodiésel pasó a ser de $1.688.961, un 6,17% más que el de $1.590.832 establecido en la resolución 422 del 23 de octubre que se dio a conocer el lunes 27, en el primer aumento posterior a las elecciones legislativas.
Por su parte, el precio del litro de bioetanol elaborado a base de maíz se incrementó un 3%, al elevarse de $816,997 a $841,394, el mismo porcentaje aplicado para el hecho con caña de azúcar, que pasó de $891,286 a $918,025.
Cuatro componentes
El precio de las naftas y el gasoil reconoce cuatro componentes principales, entre los que se encuentra la variación periódica de los precios mínimos de adquisición de los biocombustibles, que en lo que va de 2025 tuvieron un incremento mayor al de los otros tres, al menos en el caso del biodiésel.
Estos componentes son la variación de la paridad cambiaria (el mayorista tuvo un alza del 39,6% desde diciembre), la cotización del barril de petróleo Brent (cayó un 12,5%) y la carga impositiva sectorial, integrada por los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, cuyos ajustes vienen siendo aplicados en forma parcial en función de la inflación.
Desde mediados de año, las compañías petroleras ya no tienen la obligación de informar previamente los ajustes en los precios de venta al público, que en el caso de la principal expendedora tienen, además, variaciones por franja horaria según los niveles de demanda.