El presidente Javier Milei admitió que el resultado fiscal de julio mostrará el primer déficit del año, de la mano de una fuerte baja en la recaudación tributaria, a causa de la recesión económica, y de la mano también de los pagos de intereses de la deuda que cayeron el mes pasado, todo lo cual no logró esta vez ser compensado por el recorte de los gastos primarios. El número definitivo lo publicará la Secretaría de Hacienda durante la jornada del viernes. Hasta acá, el fisco había logrado mostrar un superávit financiero acumulado del 0,4% del PBI y un positivo primario de 1,1%, lo que permitió sobrecumplir la meta pautada por el FMI.

Durante una disertación en el Congreso de Inversiones Inmobiliarias, Milei volvió a destacar los logros alcanzados por el ajuste fiscal durante la primera mitad del año, en un nuevo discurso encendido y cargado de referencias a los economistas opositores. “Primero nos cuestionaron que era transitorio y se encontraron con que hubo superávit financiero en enero, febrero y marzo. Después dijeron que no pagábamos cosas y cuando empezamos a pagar lo hubo también en abril, mayo y junio”.

Y acto seguido admitió: “Aviso que si bien el número de julio da negativo por la gran carga de intereses, porque así como tiene la estacionalidad y el pago del medio aguinaldo en junio y diciembre, que contra todo pronóstico tuvimos superávit financiero en junio, cuando toman el acumulado nos sobra dinero. De hecho es tanto el dinero que nos sobra que dentro de la cuenta del BCRA tenemos $17 billones acumulados. Por lo tanto el programa de déficit cero sigue y además de acá a fin de año vamos a terminar absorbiendo $9 billones adicionales, por lo tanto el superávit fiscal está garantizado”.

En julio la caída de la recaudación tributaria fue del 8,2% real, ya que anotó una suba interanual nominal del 233,5%, frente a una inflación del 263,4% durante el mismo período. Ganancias volvió a ser clave con un flojo aporte que se tradujo en una contracción real del 24,4%, mientras que el IVA DGI, indicador aproximado de los niveles de consumo del mes previo y la capacidad de pago de las empresas del mismo mes, cayó 12,8% real interanual. El impuesto al cheque, otro indicador de actividad económica, se redujo 5,4% real. Y los aportes personales y las contribuciones patronales, que se mueven de la mano de los salarios y el empleo, hicieron perder ingresos por el 9,5% y 6,5% real, respectivamente.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap) publican mes a mes los datos devengados de las cuentas públicas. Esos números no necesariamente coinciden con los que publicará este viernes la Secretaría de Hacienda, que da cuenta del base caja, es decir de los pesos efectivamente ingresados y extraídos.

Pero si permiten ver que el ajuste del gasto primario continuó en el devengado, aunque todo indica que esta vez no pudo ser en una magnitud que compensara los pagos de intereses y la mencionada pérdida de ingresos tributarios, con bajas en las transferencias a universidades del 33,1% real (peor que la de 30% en el primer semestre), a las provincias del 95,4% real. E incluso del 15,8% en las prestaciones sociales (mejor que la de 25,2% en el primer semestre).