El presidente Javier Milei ratificó que el Gobierno no dará marcha atrás en la aplicación del plan económico, al advertir que, una vez superado el proceso electoral, las tasas de interés en pesos se irán “reacomodando” en la medida en que se recomponga la demanda de instrumentos financieros.

“Quiero ser claro: no pensamos retroceder ni un milímetro en el camino que ya transitamos. Sabemos que este proceso no fue fácil para los argentinos y no vamos a tirar por la borda todo su esfuerzo”, aseguró el mandatario al disertar ante los empresarios que integran el Consejo Interamericano de Producción y Comercio (CICyO).

En su mensaje, Milei trazó un contraste con las políticas de las últimas décadas, a las que responsabilizó por la crisis social y la pobreza estructural. “La vieja política quería esconder la destrucción recurriendo a la ilusión monetaria. Con la inflación le hacían creer a la gente que su salario aumentaba, cuando en realidad se destruía sistemáticamente”, sostuvo.

El Presidente subrayó que el modelo previo “vendía justicia social mientras dejaba al país con un 70% de los jóvenes en la pobreza” y remarcó que, incluso entre los trabajadores formales, “un tercio tenía ingresos por debajo de la línea de la pobreza, algo inédito en la historia argentina”.

Con este discurso, Milei buscó reafirmar el rumbo de su gestión y responder a las críticas sobre el impacto social del ajuste. “Venimos de décadas de desastre económico que dejaron a nuestra sociedad pobre y estancada. Nuestro compromiso es no repetir ese camino”, remarcó.

Milei defendió además los pilares de su gestión económica, basada en lo que definió como las “tres anclas”: la monetaria, que elimina toda forma de emisión; la fiscal, que protege el equilibrio de las cuentas públicas; y la cambiaria, que rigió en la etapa de transición hasta la liberación del mercado de cambios. “Hoy, con un dólar libre y flotando, mantenemos el equilibrio monetario y fiscal, y con un Banco Central saneado”, afirmó.

El mandatario recordó la hoja de ruta anunciada el año pasado, con el objetivo de avanzar en la baja de impuestos. “Comenzamos con el Impuesto País, seguiremos con las retenciones y luego con el impuesto al cheque”, aseguró, en defensa de la simplificación tributaria.

Asimismo, lanzó un fuerte mensaje al Congreso: “Si se empecinan en aumentar el gasto de forma negligente, vamos a vetar cada cosa que inventen. Si no logramos sostener los vetos, los vamos a judicializar. Y si no se puede judicializar, recortaremos en otro lado”. En esa línea, advirtió que, frente a cualquier intento de expansión fiscal, el Gobierno compensará con un ajuste mayor: “Si ellos proponen aumentar el gasto en 2 puntos del PBI, nosotros recortaremos 2,1 en otra partida”.