Nueva conducción

Para "nivelar la cancha", la UIA analiza con el Gobierno suprimir un millar de retenciones industriales

Martín Rappallini adelantó que la mejora abarca a “casi toda la cadena de valor industrial” y que la prioridad la tendrás las pymes

mebatiz

La Unión Industrial Argentina (UIA) confirmó hoy que sen encuentra analizando con funcionarios del Ministerio de Economía la instrumentación de la eliminación de las retenciones a la exportación de aproximadamente mil posiciones arancelarias, entre las que las pymes tendrán prioridad.

Así lo señaló el flamante presidente de la central fabril, Martín Rappallini, quien destacó que, si bien no existen por el momento precisiones sobre los bienes alcanzados, “abarcan a casi toda la cadena de valor industrial” y que en el caso de las pymes, que tributan en la actualidad entre el 3% y el 5%, “no les va a quedar nada” para pagar en concepto de derechos de exportación.

En una conferencia de prensa ofrecida al día siguiente de su asunción formal al frente de la entidad en reemplazo de Daniel Funes de Rioja, Rappallini remarcó la necesidad de “nivelar la cancha” para que el sector industrial pueda competir en igualdad de condiciones, por lo que reiteró el pedido que ya venía formulando la UIA respecto a reducir “todo lo que significa el costo argentino”.

 

Los pedidos

 

En ese sentido, enumeró como los principales aspectos a considerar la eliminación de las retenciones a la exportación, la reforma fiscal, el tratamiento de la ley Pyme “que ya está en el Congreso”, la adecuación laboral, las desregulaciones de normas, gestiones y procedimientos y la supresión de tributos distorsivos nacionales, provinciales y municipales.

“Imaginen a Messi cargando una mochila llena de piedras frente a una selección de jugadores chinos con anabólicos”, graficó, al comparar las dificultades señaladas para la producción local con las ventajas dadas por el país asiático, “que no juega con las mismas reglas que sus socios de la OMC (Organización Mundial del Comercio)”, en referencia a la aplicación de reintegros.

Por el contrario, cuestionó que la Argentina sea “uno de los pocos países del mundo en el que hay impuestos para exportar”.

 

Competitividad

 

Rappallini eludió trazar una comparación con la gestión de su predecesor y sólo señaló al respecto que “cada uno tiene su impronta”, al tiempo que puntualizó que la nueva conducción que encabeza “quiere trabajar fuertemente con la competitividad” y destacó al respecto el interés del Gobierno por avanzar en la reducción de impuestos.

“La postura del Gobierno es bajar los costos y el gasto público y en eso estamos de acuerdo, porque de esa manera se apunta a la reducción de la inflación y a la normalización de la economía”, subrayó.

Asimismo, enfatizó la importancia de reducir la carga impositiva en particular y el denominado “costo argentino” en general, para poner como ejemplo que, a igual presión arancelaria, muchos productos son más caros en la Argentina que en países limítrofes por costos de infraestructura vial y portuaria, entre otros.

También puso de relieve la presión fiscal que, en el caso de las empresas del sector formal, “es de 52 puntos” del PBI.

 

No a la devaluación

 

Rappallini remarcó que entre los pedidos de la UIA no se contempla una devaluación, por entender que “no solucionan nada, porque siempre terminan en un corrimiento a precios, sobre todo en la Argentina, y eso genera caída de la actividad y más pobreza”.

“Cuando sube o baja el dólar para el empresario es terrible -aseguró-, la estabilidad te permite abocarte a ser mas productivo”.

Al respecto, señaló que “todos tenemos que entender cómo funciona este nuevo esquema”, ya que tradicionalmente “el modelo argentino es hijo de la inflación, pero cuando esta se va, hay que trabajar fuertemente en los costos internos”.

 

La industria sin cepo

 

En ese sentido, el director del Centro de Estudios y Relaciones Internacionales de la UIA, Pablo Dragún, indicó que “por ahora no se percibe un cambio rotundo” con la implementación del nuevo régimen cambiario y que “el mercado está testeando” la situación.

En lo que respecta a la industria, Dragún señaló que tras la salida del cepo “sigue con la misma tónica, con heterogeneidades a nivel sectorial y sin que se vea un cambio rotundo”, en tanto el director ejecutivo, Diego Coatz, destacó la reducción de la brecha cambiaria y destacó que si bien su análisis es “preliminar”, advierte que “se va por el camino correcto”.

 

Importaciones

 

Respecto a las importaciones y su impacto en la producción local, Rappallini reconoció que “en todo el mundo hay ingreso de mercadería de otros países, el problema es cuando se destroza a la industria nacional”, por lo que reclamó "tener las mismas condiciones que los competidores”.

En ese sentido, criticó la reciente flexibilización de la importación de bienes de capital usados: “tenemos cadenas de valor muy importantes y ningún país que las tenga deja importar bienes usados”, aseveró, para acotar que consideraba que con esa medida el Gobierno no fomenta “un juego nivelado”.

  Un nuevo escenario mundial

 

Rappallini resaltó lo que consideró un “cambio muy importante a nivel mundial”, iniciado en ocasión de la pandemia de coronavirus y que en estos días pasó a primer plano con las medidas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de que su país perdiera el liderazgo en “50 de 60 sectores” de la economía.

“Hasta hace poco, la riqueza estaba en el diseño y la comercialización, la producción era un tercer valor, pero ahora, con los problemas de abastecimiento, se tomó conciencia de su importancia, que es en la industria donde se genera valor”, explicó.

 

Nivelar la cancha

 

Como concepto general, el presidente de la UIA reclamó medidas para “nivelar la cancha”, con la eliminación de los derechos de exportación, la reforma fiscal, la ley Pyme, la adecuación laboral y la supresión de tributos distorsivos como el caso de Ingresos Brutos, de jurisdicción provincial, que por el denominado “efecto cascada” llega en algunos casos a representar un costo fiscal del 20%.

“Es un gran desafío, tenemos que remover la mayor cantidad de problemas en el menor tiempo posible”, expresó.

En ese sentido, manifestó que no veía “otro camino” que reducir “todo lo que significa el costo argentino en toda las cadenas de valor”.

“Hay capacidades industriales que, cuando les demos las condiciones, nos van a sorprender”, finalizó.

 

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