Presupuesto 2026: los jubilados mantendrán aumentos por inflación pero sin incrementos adicionales

El bono de $70.000 que perciben quienes cobran la mínima seguirá congelado

BAE Negocios

El Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno nacional confirma que los jubilados mantendrán los ajustes mensuales por inflación, tal como establece el decreto presidencial, pero no tendrán aumentos extra en sus haberes ni modificaciones en el bono de $70.000, congelado desde marzo de 2024.

La medida impacta en los 6 millones de jubilados y pensionados que paga la Anses, de los cuales la mitad percibe la jubilación mínima. El proyecto contempla $65,7 billones para el sistema previsional contributivo y $5,3 billones para pensiones no contributivas, además de $3,6 billones destinados al PAMI.

El Gobierno prioriza la actualización por inflación

Durante la presentación del proyecto, el presidente Javier Milei explicó que las partidas previsionales tendrán un incremento nominal del 5%, aunque esa suba no se traducirá en un aumento real para los beneficiarios, ya que el esquema seguirá regido por ajustes mensuales atados a la inflación oficial.

El Ejecutivo buscará aprobar el Presupuesto en el marco de las sesiones extraordinarias, que se desarrollarán entre el 10 y el 31 de diciembre. Será la primera convocatoria legislativa del oficialismo tras las elecciones de medio término.

Ingresos y gasto previsional

El proyecto estima una recaudación por aportes y contribuciones de la Seguridad Social equivalente al 4,4% del PBI, con un crecimiento proyectado del 3,3% interanual respecto de 2025.

Como fuentes complementarias, el sistema previsional contará con el 28,61% del Impuesto a los Combustibles y la totalidad del Impuesto al Cheque.

Según la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC), este último tributo representa 1,6% del PBI, siendo "el recurso con afectación específica de mayor peso dentro de los ingresos totales de la Anses".

Impacto del bono previsional

El bono compensatorio que abona la Anses para completar los haberes mínimos perderá peso dentro del gasto público, al pasar de 0,4% a 0,3% del PBI. De esta manera, el gasto en prestaciones contributivas y semicontributivas —que incluye jubilaciones por reparto y moratorias previsionales— alcanzará el 5,3% del PBI, cifra "ligeramente superior a la de los años previos", según la OPC.

El Presupuesto reafirma así la política de ajuste fiscal del Gobierno, que busca contener el gasto previsional sin alterar la fórmula de actualización vigente.

 

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