Se trabó la negociación con los fondos y el Gobierno le apunta a Blackrock
Cayeron los acuerdos de confidencialidad y se demorará la presentación de la oferta final de canje. Alberto se planta en USD50 más cupón atado a exportaciones. Crece la interna en Wall Street y Fink responde con amenazas
La negociación entre el Gobierno y los acreedores para la reestructuración de USD66.248 millones de deuda externa se trabó en las últimas horas y cayeron los acuerdos de confidencialidad (NDA por su sigla en inglés) bajo los cuales intercambiaban hasta este miércoles, confiaron a BAE Negocios fuentes oficiales. En el Ejecutivo apuntan a Blackrock y sus principales aliados como los más duros y aseguran que Alberto Fernández definió que no se moverá de los USD50 más el endulzante con cupón atado a las exportaciones agropecuarias. El fondo de Larry Fink respondió con amenazas de litigio.
De esta forma, las conversaciones se extenderán aunque no serán confidenciales. También se demorará la formalización de la oferta oficial definitiva para el canje, con la enmienda a la propuesta inicial en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC).
"Sigue habiendo una distancia importante. Las pretensiones de los acreedores siguen siendo insostenibles", le dijeron a este diario fuentes del Gobierno, que reconocieron que es prácticamente imposible que la negociación se cierre antes del viernes.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, les presentó a los acreedores en los últimos la última versión de la oferta oficial que recoge varios de los pedidos de los bonistas y eleva hasta casi USD50 el valor de recupero de los títulos descontado a una tasa del 10%, el tope que planteó el FMI de acuerdo a su parámetro de sostenibilidad. Además, incluye un endulzante con un cupón atado a las exportaciones agropecuarias, que agrega USD3 adicionales, por lo que el ofrecimiento se acerca mucho a las pretensiones de los bonistas que oscilan entre los USD53 y USD55, de acuerdo a las contrapropuestas que presentaron el fin de semana.
Pero un conjunto de bonistas encabezado por Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo, sostiene su rechazo.
"Los inversores respondieron a la información provista por Argentina proponiendo ajustes con los que Argentina no puede comprometerse de manera razonable, algunos de los cuales son ampliamente inconsistentes con el marco de sostenibilidad de deuda que necesita la República para restaurar la estabilidad macroeconómica y para avanzar con un programa con el FMI", expresó Economía en un comunicado oficial a última hora del miércoles.
Según las mismas fuentes, el Presidente definió que no cederá más y afirma que la pelota ahora está del lado de los acreedores.
Una de las razones principales del empantanamiento de las conversaciones es la creciente interna entre los fondos de Wall Street. El Comité de Acreedores de Argentina (ACC por su sigla en inglés), liderado por Hans Humes, CEO de Greylock, e integrado por Fintech, del mexicano David Martínez, y Gramercy, entre otros, muestran una posición más conciliadora y mayor predisposicón a cerrar un acuerdo.
En cambio, Blackrock, Ashmore, Fidelity y otros fondos del Grupo Ad hoc más algunos integrantes del Grupo de Tenedores de Bonos del Canje 2005 mantienen una posición más dura. Reclaman cobrar tanto el cupón atado a exportaciones o un cupón PBI como el pago de los intereses devengados en efectivo. En concreto, la contraoferta de este sector implicaría USD3.000 millones menos de quita que la propuesta de Guzmán.
En particular, el Gobierno apunta contra Blackrock, la firma que comanda Fink. "Dice que hace una oferta razonable pero no es así", plantean en el Ejecutivo. Se trata de un actor clave ya que, por su peso específico en el establishment financiero internacional, su adhesión a la propuesta oficial de canje podría arrastrar a muchos acreedores al acuerdo.
La respuesta de Fink y sus aliados no se hizo esperar y advirtió al Gobierno sobre un posible litigio en Nueva York que, de concretarse convertiría el default parcial vigente en un default general. A través de un comunicado de su Grupo Ad Hoc de Acreedores, dijo que ahora considera utilizar "todos los derechos y recursos disponibles”.
Con todo, en los últimos días comenzó una incipiente migración de fondos de un grupo a otro. Disconformes con los más duros, algunos tenedores se acercaron al ACC. Así, el comité más dialoguista creció en cantidad de acreedores adscriptos, según pudo confirmar BAE Negocios con fuentes de los bonistas y del Gobierno.
El Ejecutivo deberá definir los próximos pasos de una negociación que se extenderá más allá del viernes, la actual fecha de cierre de la invitación al canje que ya fue prorrogada en cuatro oportunidades. "La República evaluará todas las opciones disponibles como parte de un proceso integral para restaurar la estabilidad macroeconómica", señaló el comunicado oficial.