El blanqueo de capitales impulsado por el gobierno argentino llegó a su fin en su primera etapa este viernes. Este proceso, que fue prorrogado en dos ocasiones debido a complicaciones operativas, facilitó que los contribuyentes declararan fondos en efectivo previamente no registrados, y tuvo un impacto significativo en la cantidad de depósitos en dólares, que alcanzaron niveles récord.

Detalles de los fondos blanqueados y cuentas registradas

Según los datos de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), hasta la fecha de corte del 31 de octubre, se regularizaron USD 19.023 millones en cuentas especiales, conocidas como Cuentas Especiales de Regularización del Ahorro (CERA), y a través de agentes de liquidación y compensación (Alyc). 

En esta cifra se incluyen tanto depósitos bancarios como “otros bienes” como inmuebles y vehículos, los cuales sumaron USD 1.935 millones adicionales en activos declarados. De estos inmuebles, 10.817 están ubicados en Argentina y 416 en el extranjero.

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Efecto en las reservas y los créditos en dólares

El blanqueo permitió no solo el aumento en depósitos, sino también en créditos en dólares en el sistema financiero, que desde mediados de agosto crecieron en USD 1.704 millones, alcanzando los USD 8.311 millones. Estos créditos, otorgados en pesos a exportadores, contribuyeron a una mayor oferta de divisas en el mercado de cambios, lo que facilitó al Banco Central la compra de USD 2.180 millones desde agosto, incluidos USD 1.600 millones solo en octubre.

 

Impacto y perspectivas futuras

Aunque esta primera fase concluye con una gran captación de fondos, los expertos anticipan que las siguientes etapas del blanqueo podrían tener un impacto menor, debido a los costos impositivos más elevados. Con este ingreso de divisas, el gobierno espera estabilizar las reservas y fortalecer la situación macroeconómica en un contexto de apreciación cambiaria y alta demanda de dólares en el mercado.