Vandalizaron otra obra de arte por activismo climático
"Muerte y vida", la obra de Gustav Klimt en Viena, fue manchada con pintura negra para reclamar por el cese de los combustibles fósiles como matriz energética, uno de los sectores que más contribuye al calentamiento global
Luego de que vandalizaran el cuadro "Los girasoles" de Van Gogh hace unas semanas en Londres, atacar obras de arte como forma de protesta climática se convirtió en tendencia. Ahora, una obra de arte de Gustav Klimt fue el nuevo objetivo este martes. Dos activistas arrojaron un líquido negro -que simula ser petróleo- a "Muerte y vida", que se encuentra en el Museo Leopold de Viena.
Realizada entre 1908 y 1915, la pintura en óleo es una famosa exponente del Art Nouveau del autor austríaco, cuyo tema a explorar es el cuerpo femenino. El museo se apuró a solucionar el daño: el cuadro tuvo que pasar por un proceso de restauración para volver a su estado original previo a la intervención.
En el video que filmaron para la acción se puede ver, según sus remeras, que el motivo del reclamo es frenar la utilización de los combustibles fósiles para producir energía, uno de los principales contribuyentes al calentamiento global por las emisiones de carbono que genera.
En ese sentido, el museo aseguró en un comunicado que "las preocupaciones de los activistas climáticos como las de la última generación están justificadas, pero el ataque a las obras de arte es definitivamente la dirección equivocada".
Protesta climática en el Museo Leopold de VienaEn las imágenes se puede ver como dos personas se acercan a la obra, y mientras una de ellas le tira una pintura negra, la otra pone pegamento en su mano y la apoya en el marco. Rápidamente, fueron detenidos por la seguridad del museo, que los sacó del lugar.
Además de la obra de Van Gogh, este accionar ya se repitió en La Gioconda, que recibió un tortazo en el Louvre de París, así como la estatua del Rey Carlos III en el Madame Tussauds. El Museo del Prado en Madrid también fue sede de la protesta ambiental, cuando le pegaron las manos al marco de Las majas de Goya.
Este tipo de manifestaciones nace con el objetivo de concientizar sobre el cuidado del medioambiente, así como el del patrimonio cultural en los museos. En contra de la acumulación y las grandes riquezas, estos reclamos provienen de organizaciones climáticas más radicalizadas que buscan generar impacto, como Just Stop Oil o Extinction Rebellion.
"Las preocupaciones de los activistas climáticos como las de la última generación están justificadas, pero el ataque a las obras de arte es definitivamente la dirección equivocada para perseguir el objetivo de prevenir el colapso climático previsto", escribieron desde el Museo Leopold de Viena tras la intervención.
Además, sostuvieron que "los museos son instituciones de conservación y, en este sentido, un excelente ejemplo de sostenibilidad. El arte crea identidad. La conservación, restauración, documentación y presentación son una de las tareas esenciales de las instituciones del museo. Los museos son un lugar de encuentro, de discurso, pero también un lugar de disfrute y reflexión, un contraproyecto al ajetreo de la agitada vida cotidiana".
Por último, aclararon que la pintura no se encuentra dañada, como sucedió en el mayor de los casos de cuadros vandalizados: "Afortunadamente, después de la evaluación inicial de nuestro equipo de restauración, podemos comunicar que no se han producido daños ni en la imagen ni en el marco original de Hoffmann, ya que la fábrica tiene un gran vidrio protector", concluyeron.