"Ama lo que haces y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida", dice la frase. Puede ser verdad pero, con el paso del tiempo, el flechazo laboral pierde fuerza. Según un estudio privado, cuatro de cada diez argentinos atraviesan la “renuncia silenciosa”, un fenómeno en el que están disconformes con su trabajo, pero, en vez de renunciar, solo hacen lo necesario. 

Hay distintas formas de recuperar la felicidad laboral. En primer lugar, hay tres pasos que funcionan a modo de diagnóstico y tratamiento.

• Analizar qué esta fallando. El primer paso es tomar conciencia sobre qué aspectos hacen que te sientas desmotivado con tu trabajo. ¿Es el proyecto, que ya no te motiva? ¿Es la forma en cómo se trabaja? ¿Es el ambiente que hay? ¿Es la relación con tu jefe? Identificar también qué te enamoró de tu profesión en primer lugar.
• Preparar una estrategia. Por supuesto, habrá cosas que no serán fáciles de modificar, pero en la mayoría de las ocasiones, está en nuestras manos volver a motivarnos. ¿Es el ambiente? Se puede fomentar el optimismo. ¿Es la relación con tu superior? Hay que hablar con él y buscar soluciones.
• Implementación. Muchas de las soluciones pueden pasar por un cambio de actitud, otros por la necesidad de ser creativo y buscar nuevas formas de hacer las cosas.

Además, hay cinco consejos para mantener una actitud positiva:

1. No perder la perspectiva: estar preparado para lidiar con obstáculos y dificultades, pero siempre con un objetivo en mente.

2. Rodearse de gente positiva: existen personas más propensas a mantener una actitud animada y optimista ante la vida.

3. Ser agradecido: Es una virtud doblemente beneficiosa ya que recibimos ese mismo gesto como una nueva perspectiva de nuestra vida.

4. Aceptar los errores y los cambios para aprender y trabajar con menos estrés. No olvidar que una nueva etapa que comienza está llena de oportunidades.

5. Disfrutar el día a día es necesario y esto también aplica para los pequeños logros.