El agujero sin fin
Comentario editorial
En el oficialismo celebraron como un éxito táctico la suba de tasas que provocó el enfriamiento en el tipo de cambio y que el dólar tirara hacia la banda inferior de la flotación acordada. Pero así como primero advirtieron acerca de la “bomba” de las Lebacs y el peligro de las Leliqs, el alerta ahora se bifurca. El economista Cristian Buteler puso el ojo en los intereses que se pagan por Leliqs: 5.000 millones de pesos la semana pasada, y más de 6.400 millones de pesos esta semana que comienza.
Parte de ese lado B es el encarecimiento del crédito para las empresas e industrias, golpeadas ya por la dolarización, por la recesión y por la caída de consumo, a la par de la aceleración inflacionaria. En agosto fue del 3,9%; el dato de septiembre se conocerá esta semana, pero las proyecciones ubican el índice entre el 5% y el 7% y ya se menciona un piso del 2% para octubre en las dos semanas que corren. Una profundización de la espiral descendente sin fin.