Voz femenina en las urnas
Con una elección pionera en Nueva Zelanda, hace 125 años las mujeres votaban en el mundo por primera vez
Nueva Zelanda conmemoró ayer el 125 aniversario de la aprobación del derecho a voto de las mujeres, el primer país del mundo que reconoció este sufragio, con diversas ceremonias de recuerdo y conferencias en todo el país.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, lideró al amanecer una marcha por el centro de Auckland que reunió a varios centenares de personas, entre ellas mujeres vestidas de época y luciendo una camelia blanca, símbolo de ese movimiento sufragista de finales del siglo XIX.
El voto femenino en Nueva Zelanda fue resultado de una petición de 1893 firmada por casi una cuarta parte de la población femenina adulta del país y que se convirtió en ley el 19 de septiembre de ese año tras ser aprobada por el parlamento y sancionada por el gobernador Lord Glasgow. Así, fue el primer país en el que las mujeres podían ejercer un derecho vetado hasta entonces a la mitad de la población.
El paso de Nueva Zelanda fue seguido por Australia, que permitió el voto de las mujeres en 1902, por Finlandia, que lo hizo en 1906, Noruega en 1913, la Unión Soviética en 1917, Alemania, en 1918 y Estados Unidos en 1920.
En América Latina, Uruguay fue el primer país que en 1927 reconoció el sufragio femenino. En Argentina, se estreno el 11 de noviembre de 1951.
Largo camino, muchacha
Pero la lucha por la igualdad de las mujeres no acabó con el derecho al voto. Su continuación natural era llegar a ser elegidas como gobernantes en puestos que tradicionalmente habían ocupado de manera exclusiva los hombres. La primera mujer en llevar las riendas de un país democrático fue María Estela Martínez de Perón, que alcanzó la presidencia de Argentina a la muerte de su esposo Juan Domingo Perón en 1974, de quien era vicepresidenta.
Por su parte, la boliviana Lidia Gueiler Tejada se erigió en la primera mujer en presidir Bolivia desde 1979 a 1980 y la segunda mujer en la historia de América Latina en asumir un cargo similar.
En Europa, el honor de convertirse en la primera mujer al frente de un país corresponde a la islandesa Vigdís Finnbogadóttir, que fue la cuarta persona en ocupara en ocupar la presidencia de Islandia (1980 - 1996).