La junta directiva de Tesla evalúa en secreto reemplazar a Elon Musk como CEO, según un informe publicado por The Wall Street Journal. El diario cita a fuentes internas que confirmaron que varios miembros del directorio comenzaron a buscar discretamente candidatos para suceder al empresario. La compañía negó “rotundamente” la información, pero la creciente presión judicial, financiera y política sobre Musk alimenta las dudas sobre su continuidad.

La supuesta decisión de explorar un recambio se da en medio de un contexto adverso para el magnate. En Delaware, Musk enfrenta un juicio clave por su paquete de compensación: un plan que le permitiría acceder a más de 304 millones de acciones de Tesla, valoradas en decenas de miles de millones de dólares. El litigio ya forzó a la empresa a reconfigurar su política salarial y expuso las fricciones entre Musk y los accionistas institucionales.

A eso se suma su rol como "empleado especial" en el gobierno de Donald Trump, lo que le permite trabajar hasta 130 días al año sin declarar públicamente sus finanzas ni conflictos de interés. El dato fue incluido por el WSJ, que también detalló que Tesla fue consultada antes de publicar el artículo, aunque Musk acusó al diario de una “violación extremadamente grave de la ética”, sin mencionar que se le ofreció derecho a réplica.

Problemas operativos en Tesla

Desde el frente operativo, Tesla enfrenta dificultades concretas. El Cybertruck, uno de los modelos más promocionados por la marca, fue objeto de al menos ocho retiros del mercado por fallas técnicas, pese a haber sido presentado como un vehículo revolucionario. El diseño "extraño", como lo calificaron medios especializados, quedó en segundo plano ante denuncias por problemas en frenos, dirección y puertas.

A esto se suma una promesa incumplida: Musk había asegurado que Tesla lanzaría un modelo accesible de 25.000 dólares, pero recientemente confirmó que ese vehículo no saldrá al mercado este año.

En lo financiero, la empresa perdió cerca de 30% de su valoración bursátil en lo que va del año. La caída refleja no solo el deterioro del clima inversor, sino también el creciente malestar dentro de Tesla por la conducción de Musk. Según el Journal, al menos 20 ejecutivos le reportan directamente, lo que generó tensiones internas por su estilo de micromanagement y su dispersión entre distintos proyectos, desde SpaceX hasta X (ex Twitter).

Elon Musk, empleado especial del gobierno de Trump

El frente político también se volvió un factor de inestabilidad. Musk invirtió cerca de 250 millones de dólares en iniciativas alineadas con la campaña de Donald Trump, según revelaron fuentes de ambos entornos. Pero su relación con el expresidente se tensó en las últimas semanas, tras un cruce con Peter Navarro, exasesor comercial de Trump, por el impacto de los aranceles sobre la cadena de suministro de Tesla. Navarro criticó duramente la dependencia de la empresa respecto de China, y Musk le respondió en redes sociales con una ironía que escaló en tono.

Por si fuera poco, el vandalismo contra los locales de Tesla en EEUU aumentó tras ciertas declaraciones públicas de Musk. En el juicio por el plan de compensación, el CFO de Tesla, Vaibhav Taneja, declaró que algunas ventas cayeron por el “clima político polarizante” en torno al CEO, aunque evitó mencionar directamente a Trump.

La empresa rechazó la información del WSJ en un escueto comunicado: "El contenido del artículo es categóricamente falso. Tesla no está considerando reemplazar al Sr. Musk". Sin embargo, el silencio del propio Musk ante la versión resultó llamativo: por ahora no respondió ni en X ni en otros foros públicos.

La incógnita sigue abierta. Si la junta efectivamente evalúa un sucesor, el desenlace podría marcar un giro histórico para la compañía que definió el mercado de autos eléctricos. Pero con Musk, nada está dicho hasta que él mismo lo tuitee.