EE.UU. encarece las visas H-1B: cómo podría beneficiar esta medida a los freelancers

Según especialistas, el teletrabajo vuelve a ser una alternativa atractiva frente al encarecimiento de la relocalización presencial

BAE Negocios

El Gobierno de Estados Unidos implementó un cambio que podría redefinir el trabajo remoto y la inmigración laboral: las empresas que quieran patrocinar visas H-1B deberán pagar 100.000 dólares por cada solicitud. La medida, que comenzó a regir el 21 de septiembre, no afecta a quienes ya trabajan en el país bajo esta visa, pero sí encarece la llegada de nuevos profesionales calificados.

Al mismo tiempo, un proyecto de ley republicano, la HIRE Act, busca gravar con un 25% los pagos a trabajadores extranjeros que prestan servicios a consumidores estadounidenses. La intención es priorizar el empleo local y limitar la deslocalización de talento, aunque todavía enfrenta resistencia en el Congreso y entre las grandes compañías tecnológicas.

Para muchos argentinos, estas decisiones podrían convertirse en una oportunidad. Durante la pandemia, el teletrabajo internacional permitió a freelancers aprovechar la diferencia salarial y la cercanía horaria con EE.UU. Ahora, ante el aumento del costo de las visas H-1B, el trabajo remoto desde Argentina podría ganar aún más terreno. Plataformas como Deel, Remote o Papaya Global facilitan esta contratación, cumpliendo con todos los requisitos legales y salariales locales mientras se accede al mercado estadounidense.

Entre las visas más solicitadas por argentinos están la H-1B, que exige título universitario y oferta laboral concreta en EE.UU., y la O-1, destinada a profesionales con habilidades extraordinarias que pueden demostrar logros destacados en su campo. Aunque migrar a Estados Unidos sigue siendo más complejo que a Europa, la mayoría de los argentinos que lo hacen, lo realizan legalmente, especialmente en sectores como tecnología y desarrollo de software.

El panorama que se abre es mixto. Por un lado, encarece el traslado presencial de profesionales a EE.UU.; por otro, podría impulsar la demanda de talento remoto desde Latinoamérica. Para los freelancers argentinos con experiencia internacional y buen nivel de inglés, el momento podría ser propicio: la combinación de flexibilidad y conocimiento especializado los convierte en candidatos muy competitivos frente a profesionales de otras regiones.

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