Elon Musk volvió a hacer una de Elon Musk. En el último mes aseguró que Twitter no garantizaba la libertad de expresión y amagó a crear su propia red social. Después, sorprendió a propios y extraños convirtiéndose en el accionista mayoritario de Twitter, con más del 9% de los títulos de la red social. Eso lo sumó al Consejo Directivo de la empresa, puesto que agradeció y también anunció con ganas en medio de piropos cruzados con la empresa. Sin embargo, este lunes decidió no sumarse a la Junta Directiva, y no dijo por qué. 

La noticia la dio Parag Agrawal, el flamante CEO de Twitter que la semana pasada había anunciado la llegada de Elon Musk como alguien que "aportaría un gran valor" a la red social. Ahora, en un mail enviado a los empleados de Twitter, escribió: "Elon Musk decidió no entrar en nuestro consejo. Creo que esto es lo mejor".

"Valoramos y siempre valoraremos los aportes de nuestros accionistas, ya sea que estén en nuestra junta o no. Elon es nuestro mayor accionista y permaneceremos abiertos a sus aportes", se lee en el comunicado que Agrawal publicó en Twitter. El ingreso fallido de Musk al Consejo Directivo hace que la red social tenga un problema ya consideraba olvidado: que un accionista influya sobre las decisiones de la empresa sin formar parte de su dirección, sino por tener una gran parte de sus acciones. Ahora, a Twitter se le hará más difícil tomar decisiones con las que no esté de acuerdo Musk.

 

En este sentido, el comunicado de Agrawal sostuvo que "las decisiones que tomen y su ejecución están en sus manos, y de nadie más". Además, recordó que durante las discusiones para sumar al CEO de Tesla a la Junta Directiva "tenían claros los riesgos" y que pensaron que el nombramiento de Elon Musk era "en función de los intereses de la compañía y los accionistas". Sin embargo, el día que iban a firmar el acuerdo, el magnate anunció que prefería no formar parte de la dirección de la red social.

Por qué Elon Musk no se sumó a Twitter

El movimiento llega después de un fin de semana agitado para Elon Musk, que mediante Twitter hizo muchas encuestas sobre el estado de situación de la red social y algunas posibles medidas que podían tomarse para mejorarla. Aunque justo antes del anuncio de Agrawal borró casi todo, el archivo de Internet guarda todo: en una de sus consultas más extravagantes, le preguntó a sus seguidores si deberían convertir las oficinas centrales de la red social en San Francisco en un refugio para personas sin hogar. Incluso Jeff Bezos, fundador de Amazon y uno de sus aparentes enemigos, apoyó la idea.

Lo que no borró fue un hilo donde asegura que la red social está muriendo. "La mayoría de las cuentas más seguidas en Twitter rara vez publican contenido, ¿Twitter se está muriendo?", dice el primer tweet. "Por ejemplo, Taylor Swift no ha publicado nada en tres meses y Justin Bieber sólo una vez en todo el año".

¿Por qué el cambio radical en su decisión? Ni Twitter ni Elon Musk dieron razones, pero los analistas ya especulan con otro movimiento del estilo Musk. Según explicó Hipertextual, que el excéntrico empresario se retracte puede deberse a que tiene planes de comprar aún más acciones de Twitter mediante una "OPA hostil". Así se conoce a una operación donde se compran los títulos de todos los accionistas de una empresa, con la intención de alcanzar niveles óptimos de control de capital, del derecho al voto y, por tanto, del gobierno de una compañía. 

En otras palabras, Elon Musk no se sumó al Consejo Directivo porque tiene planes de quedarse con todo Twitter, algo que le daría el poder, por ejemplo, para sacar al actual CEO. Aunque parecían amigos la semana pasada, Parag Agrawal no es exactamente del gusto de Elon Musk: cuando fue nombrado como reemplazante de Jack Dorsey el año pasado, el magnate lo comparó con Josef Stalin.

La decisión le da más ventajas a Elon Musk 

Mientras todo esto sucedía, Elon Musk no emitió palabra alguna. Muchos medios se comunicaron con él, y no contestó a nadie. Eso ya es raro, teniendo en cuenta que el empresario hace de Twitter su más habitual herramienta de comunicación con sus seguidores. Sin embargo, existen razones más que suficientes para que se mantenga callado. 

Un problema podría haber sido las obligaciones que tenía como directivo de Twitter, entre las que se encontraba la prohibición de tener más del 14,9% de las acciones de la empresa, lo que le impedía hacer la OPA hostil que podría estar planeando. Otra opción son las obligaciones fiduciarias —nada de tuits comprometedores como hasta ahora— o  la verificación de antecedentes —su cuenta de Twitter está repleta de tuits polémicos, como los que afectaron a la valoración de las criptomonedas o las acciones de Tesla—. 

Sentarse en el consejo "era la peor opción para Elon, que tendría un poder muy limitado y podría ser demandado por los inversores si mete la pata. Ir por más del 50% es probablemente su objetivo", opinó Alex Stamos, exCSO de Facebook, citado por Xataka.