Humor y terror de hoy para revisar en HBO Max
En los últimos años, el cine de terror se combinó con otros géneros, especialmente el humor -muchas veces negrísimo y sardónico- para ofrecer una nueva ola de películas exitosas. Aquí va nuestra selección de obras que, de paso, tocan interesantes temas de hoy. Para ver en HBO Max.
El cine de terror en los últimos años ha sido efectivamente uno de los géneros que siempre salva taquillas. Es cierto que no siempre permanece en las primeras posiciones, pero tiene un público fiel que siempre está dispuesto a comprar un susto nuevo. Sin embargo, el género se ha vuelto menos dramático y más irónico con el correr de los tiempos, y en ese sentido el humor sardónico, muchas veces desesperado, surge de modo repentino. Se sabe: el salto por el terror y la risa son reacciones similares. Vamos a ver entonces algunas películas -todas buenas- de estas tendencias para revisar en la grilla de HBO Max.
Abigail pasó sin pena ni gloria, pero no se lo merecía. Fue dirigida por la dupla Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, que no sólo son los responsables del renacimiento de la franquicia Scream, sino de una gran película sardónica: Boda Sangrienta, que era un vertiginoso ejercicio de comicidad negra. Abigail también: unos secuestradores se llevan a la hija de un millonario, una nena de doce años que gusta del ballet. También gusta de la sangre humana y tiene poderes sobrenaturales, así que los secuestradores terminan siendo sus víctimas. Despiadada y veloz, la ironía y el humor negrísimo tiñen de incorrección toda la película.
¡Huye!, en cambio, si bien apela al humor, es otra cosa. Es la película que hizo conocido y exitoso al realizador Jordan Peele y además se ganó unas cuantas nominaciones al Oscar (ganó algunos). La historia comienza con una amorosa pareja: ella, blanca; él, negro. Van a conocer a los papás de la novia, y hay recelo por el tema racial, pero las cosas resultan amables. Demasiado amables, digamos: en ese pueblo que es una sátira de la corrección política, hay un enorme secreto que se va develando con el correr impiadoso de los minutos. A la angustia por lo que puede pasarle al protagonista se le suma un humor muy ácido, una especie de versión despiadada de ¿Sabes quién vino a cenar? Además es original e inteligente, incluso si Peele siguió abrevando sin suerte luego más en el racismo que en el ingenio.
De las películas de 12 horas para sobrevivir (o La Purga, que es un gran nombre), creadas por James DeMonaco, El año de la elección es la mejor. No sólo porque utiliza el famoso día en el que todo crimen permanece impune para mezclarlo con la política, sino porque su poder satírico va más allá y llega a cuestionar, de modo vertiginoso, lugares comunes morales de todo tipo. Rodada antes de que Donald Trump asumiera su primera presidencia, resulta en cierto modo profética. Su humor es tanto negro como social, y en ese sentido se destaca de una serie que muchas veces de calca a sí misma.
Este año también pasó sin pena ni gloria un filme buenísimo, Compañera perfecta, que es una salvajada inteligente. Hay una pareja que se va de romántico viaje, hay amigos y ella es hermosa y buenísima. También resulta que es un androide y que las cosas se van a complicar con esa pareja. Mucho. Muchísimo. Las simpatías del espectador cambian todo el tiempo, la película abunda en vueltas de tuerca inteligentes y en actores que -se nota, se nota mucho- se están divirtiendo con lo que hacen en pantalla. La ironía es parte constitutiva de esta reflexión sobre dos elementos clave del nuevo siglo: la pregunta sobre qué es real y el poder de la inteligencia artificial. Por lo demás, es divertidísima.
La serie El Conjuro tiene otro tono, más virado a lo dramático y realista. James Wan, a través de ella, logró recomponer el viejo mito de la posesión diabólica inspirándose en casos reales. Pero lo que en realidad funciona es la combinación de comedia romántica (el amor que se profesa el matrimonio Warren) con el paisaje social. Recomendamos calurosamente El Conjuro 2, que no solo es una de las grandes películas del género en las últimas décadas sino una de las grandes películas, a secas, de la última década. E incluye una de las secuencias más tiernas y emotivas del cine reciente con "I can´t help falling in love", de Elvis, en plena Noche de Navidad. Sí, emotiva, de llorar.
Y terminemos con una salvajada extraordinaria que se llama Feliz día de tu muerte, de Christopher Landon, que es el hijo de Michael Landon (sí, sí, el de La familia Ingalls y Camino al Cielo) y decidió tomarse el horror en broma. Aquí toma nada menos que la obra maestra Hechizo del tiempo (o su mecanismo) para contar cómo a una chica popular la asesina alguien de su secundaria el día de su cumpleaños. Pero revive para repetir el día. Va a morir de formas cada vez más sangrientas y absurdas mientras trata de descubrir al asesino, y la película se convierte así no sólo en un festín del género sino en otra cosa: la puesta en cuestión de todos y cada uno de los lugares comunes del slasher, de las películas "de colegio secundario", del coming-of-age, y de la propia comedia terrorífica irónica. El resultado es buenísimo, aunque un poco agotador. De paso, Landon hizo una obra maestra total un año más tarde con Freaky-Este cuerpo está para matar, donde una chica con poca suerte en la escuela intercambia su cuerpo accidentalmente con el de un asesino serial (interpretado por Vince Vaughn... aunque Vaughn hace finalmente de la chica). Ambas son una prueba de lo que decimos: lo mejor que dio el terror en los últimos años es la comedia.