Los Globos de Oro premiarán a los grandes blockbusters
Para generar más público y adecuarse a los tiempos, la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood propone dos nuevas categorías para sus premios Globos de Oro. Uno es para los videos de stand-up y el otro, para los blockbusters que generan mucho dinero en taquilla.
La Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood acaba de anunciar la creación de dos nuevas categorías para los Globos de Oro, esos premios anuales que perdieron relevancia por denuncias de corrupción y racismo y que buscan redorar blasones. De hecho, lo que también buscan es público para la televisación (un gran negocio) y por eso premiarán dos de los tipos de audiovisual más exitosos de hoy: grandes éxitos de taquilla y performance en stand-up televisivo o de streaming.
El primero cubre la necesidad de que los grandes blockbusters tengan algún reconocimiento, a los que las academias son reacios (aunque les dan de comer). Se premiará entonces al Cinematic and Box Office Achievement, es decir al logro cinematográfico en taquilla. Serán elegibles todas aquellas producciones que superen (en el mercado estadounidense) los u$ 150 millones, así como las producciones de streaming que, según "fuentes confiables de la industria" (no, no valen las planillas propias) hayan tenido un impacto similar. Las películas que ingresen en esta categoría, que pueden ser hasta ocho, también pueden competir en los otros premios. En el año del Barbenheimer, no deja de ser sintomático.
El segundo, Mejor performance de stand-up en TV o streaming, permite que se premien los especiales de comedia que (sobre) pueblan las grillas de las diferentes plataformas. Es cierto: resulta un poco complicado definir esto como "cine" (no así las series, también premiadas por estos galardones), pero cubre un espacio que resulta de los más difundidos y redituables en el campo audiovisual contemporáne.
Las razones para la incorporación de estas categorías pueden, discursivamente, ser variadas. Pero la más básica -y lógica- es que los personajes, actores y filmes más populares de una industria aparezcan en la premiación y generen un interés que estos premios -y el Oscar, también- vienen perdiendo año a año. No sería grave si no fueran un gran negocio: en efecto, a la par de su relevancia en el mundo audiovisual, estos galardones pierden público y rating. Es decir, dinero. Pero hay algo de deportivo en el espectáculo de los premios que puede reconstituirse (en parte) gracias a la incorporación de películas que el público "culto" suele despreciar. Esta estrategia sobre todo comercial es mucho más clara con el stand-up, como se dijo un tipo de arte que tiene mucho, muchísimo más de teatral que de cinematográfico. Pero se sabe: premios son amores y, sobre todo, dinero en forma de publicidad. Tal es el motivo de tanta innovación.