Una secuela innecesaria pero con simpatía y música para ser un éxito
Crítica: Mamma Mía - Vamos otra vez
Mamma Mía no necesitaba precisamente una secuela, pero tampoco era imposible armar una. Después de todo, la primera y desprolija película resultó un éxito enorme en todo el mundo, quizás porque la conjunción de simpatía, falta de problemas en isla idílica, actores que parecía pasarla mejor de lo que actuaban y música de ABBA -que sí, es de lo más grande que dio el pop, como se nota cada vez nás con el paso del tiempo- alcanzaron para convertir la adaptación del nusical de Broadway en un suceso. Aquí vuelven los mismos personajes, hay una historia "de origen" del personaje de Streep, algunos agregados y más canciones de la banda sueca. Y algo aleccionador que tiene que ver con la maternidad y el amor. Hay mejoras, sobre todo porque Amanda Seyfried es una actriz más experimentada y eso se nota. Y porque hay un mejor trabajo narrativo gracias a que son varias las líneas que se cuentan. Pura simpatía.