Armando Manzanero, latino y universal
En otra jugada artera del Covid, falleció -se sabe- Armando Manzanero, uno de los pilares de la música popular latinoamericana, a los 85 años. En la segunda mitad del siglo XX y hasta este siglo, creó más de 400 canciones románticas que transformaron el paisaje musical del continente. Hablar de premios, reconocimientos y vida privada (desde sus cinco matrimonios hasta el intento de "cancelarlo" por alguna declaración de anacrónico humor en los últimos años) es un poco ocioso. Manzanero, que siempre se rió de su corta estatura, fue un grande.
Escuchar canciones como Esta tarde vi llover, Somos novios, o Contigo aprendí, permiten encontrar algo más que al hombre que sacó a Luis Miguel del pop y lo convirtió en un crooner en castellano. Justamente, el término "crooner" -la tradición del cantante sentimental del que fueron figuras centrales en los 40 Bing Crosby y el Frank Sinatra pre jazz- le cabe mejor que bolerista o baladista. La música de Manzanero tanto como sus letras excedían las raíces (mal llamadas) latinas. En los años sesenta, cuando comenzó a andar su propio camino grabando sus canciones, dejó de lado los ritmos más cercanos al bolero o la cumbia (original) que ritmaban lo romántico para acercarse a un estilo más internacional, más americano desde los arreglos y la producción.
Eso transformó su cancionero en algo universal sin dejar de lado la enorme tradición sudamericana: la del melodrama, base sustancial del bolero y la canción romántica. Las historias de amores imposibles, de pasiones truncas, de deseos tristes, de recuerdos ardientes, pedían vencer, amor mediante, el indefectible paso del tiempo.Tiempo -mala época- que se llevó a Manzanero, pero que no pudo ni podrá con sus canciones.