¿Superhéroes o animación? Las recaudaciones globales del pasado fin de semana parecen dar un indicio de cómo funcionan los géneros en las taquillas. En los EE.UU., Thor: amor y trueno debutó con 145 millones de dólares, una cifra fenomenal. Como dato lateral, después de tanques como Dr. Strange 2, Jurassic World: Dominio,  Minions o, notablemente la película más taquillera del año, Top Gun: Maverick (a punto de cruzar los 600 millones de dólares en su país de origen, donde solo una docena de películas pasó esa barrera), la "temporada alta" está apenas 12% por debajo de la de 2019, cuando Avengers-Endgame reventó cines. Una gran noticia.

Sin embargo, en la Argentina la cuarta entrega de Thor quedó en segundo lugar (con muy buena taquilla, más de 435000 entradas vendidas) y el primer lugar lo sostuvo Minions 2, que superó medio millón de tickets. Mientras que en los EE.UU., Minions quedó en segundo lugar.

Pero aquí viene lo interesante: es más lo que recaudó fuera de los EE.UU. (399 millones de dólares) que dentro (210 millones). El comportamiento, cuando se comparan taquillas país por país es similar: los filmes animados recaudan mucho más internacionalmente que en los Estados Unidos, donde a la larga ganan las películas de fantasía y acción (superhéroes en primera línea, por eso la secuela de Top Gun desafía todo análisis).

Pero hay algo más. En las dos listas, a mitad de tabla, aparece El teléfono negro, muy buena película de terror (casi un cuento de hadas, en realidad) del especialista Scott Derrickson. Ese género funciona con un público fiel y global (las particularidades locales no alteran las películas) y con el boca a boca (no buscan una edad específica. El mapa de "géneros que funcionan" es el mismo de la pre pandemia.