Donald Trump, contra Kamala Harris, ABBA, los Rolling Stones, Celine Dion y las Swifties
Cualquier músico que se entera de la posibilidad -o la realidad- de que Donald Trump utilice sus creaciones en sus actos de campaña está dispuesto a dar pelea para que el ex presidente norteamericano no lo haga. La lista incluye a los Rolling Stones, Isaac Hayes, Foo Fighters, Celine Dion y ABBA. Variado gusto de una campaña inédita.
Podría pensarse que ya nada nuevo surgiría de ABBA, el mega exitoso grupo pop de los años setenta y parte de los ochenta. Es cierto que saben hacer usufructo del acervo, pero nunca ABBA tuvo que ver con la política hasta ahora: el grupo (o, digamos, sus representantes legales) enviaron un documento de "cease and desist" a los responsables de la campaña electoral de Donald Trump, tras enterarse de que un par de canciones del cuarteto sueco ("The Winner Takes It All" y "Money, Money, Money", los títulos hablan por sí solos) fueron utilizados en presentaciones del ex presidente estadounidense en busca de volver a la Casa Blanca.
Lo de ABBA es una curiosidad que se suma a otras varias -casi podríamos decir "muchas"- curiosidades. Celine Dion envió un cease & desist para que Trump no utilizara "My heart will go on", el tema que cantó en la película Titanic y probablemente lo más famoso de su carrera. Foo Fighters -quizás esto hable de la amplitud de gustos de los cráneos detrás de la campaña trumpista, vaya uno a saber- hizo lo propio por el uso de su tema "My Hero". Y el hijo de Isaac Hayes fue a los tribunales para conseguir que el candidato no utilizara en sus actos la canción "Hold On, I'm Coming". También hay amenazas de los Rolling Stones respecto de que si se utiliza alguno de sus temas en la campaña de Trump, iniciarán acciones legales. Trump puede enojar a cualquiera, pero quizás debería cuidarse de los Stones.
No es infrecuente que los artistas tomen partido por un candidato en los Estados Unidos (y en cualquier parte), pero sí es inédita la virulencia en esta campaña electoral 2024. Casi todo el espectro cultural y artístico estadounidense está del lado de Harris de manera explícita, y estas acciones de autores musicales es menos una búsqueda de compensación económica -que no se pide- como evitar que una creación o un nombre propio quede asociado a Trump y su campaña. Esta vez, ni las fanáticas de Taylor Swift se "despolitizan", de hecho hay un grupo llamado "Swifties for Kamala" cuyas acciones es impulsar el registro al voto -porque, como se sabe, votar no es obligatorio- y recaudar fondos para la campaña de Kamala Harris (habían logrado u$ 100.000 hacia mediados de la semana pasada). Eso sí, Taylor Swift no tiene nada que ver con este grupo ("not affiliated to" es la fórmula), pero incluso así, habla de la enorme división que implican estas elecciones en los EE.UU., totalmente alejadas del folclores tradicional o las formas consagradas. Ninguno de los dos candidatos lo tiene fácil, pero los artistas ya parece que han elegido.