El melodrama clásico sobre el espectáculo narrado para la sensibilidad de hoy

Crítica de Nace una estrella

BAE Negocios

Cuatro veces se ha contado la misma historia. Él es un gran artista alcohólico; ella, una cantante que quiere encontrar su lugar. Él la descubre, ella crece, él se autodestruye y no acepta, aunque haya amor, la pérdida de la gloria. Nace una estrella es el melodrama sobre el espectáculo -y la vocación artística- esencial. Siempre funciona (a veces mejor, a veces peor) pero es difícil hacerle sombra a la versión genial con Judy Garland. Bradley Cooper, debutante en la dirección y protagonista, acepta dos riesgos. Uno, rehacer esta historia para la sensibilidad de hoy. Dos, colocar a Lady Gaga como coprotagonista. Triunfa en ambos campos. En el primero, logra emocionar sin golpes bajos ni anacronismos. En el segundo, consigue de la cantante una performance extraordinaria y conmovedora, de esas que conquistan al espectador desde el primer fotograma. El clásico grande de Hollywood no le hace sombra.

 

Título original: A star is born, EE.UU., 2018. Duración: 136’. Dirección: Bradley Cooper. Intérpretes: Lady Gaga, Bradley Cooper, Sam Elliott. Calificación: Apta para mayores de 16 años.

Esta nota habla de: