FESTIVAL DE BERLÍN

"El mensaje", de Ivan Fund, profundidad y verdad en la competencia oficial de la Berlinale

El film plasma un mundo ligeramente onírico, con ritmo y tempo propios

Fjuanlima

Hace años ya que el Festival Internacional de Cine de Berlín no publica su catálogo completo en papel. El impacto ecológico, los límites normativos en cuanto a la necesidad de atenuar la huella que el evento provoca en el ecosistema han hecho que hace ya muchos años tuviéramos que acostumbrarnos a renunciar al hermoso libraco que abarcaba al festival completo (aunque los folletos y guías parciales siguen existiendo, gratuitos, multiplicándose los desechos y las hojas desperdiciadas).

Digresión aparte, en el catálogo (ahora virtual, digital, online) la última película del director argentino Iván Fund aparece en la sección oficial competitiva (la más importante y comentada del evento) con una reseña a la que se le añada la etiqueta "Sobrenatural". A diferencia de los textos del festival de Rotterdam (o, hasta 2023, del Festival de Mar del Plata) no aparecen firmados. Suelen ser algo anodinos y constituyen más un resumen temático que raramente contiene un examen formal, que un acercamiento crítico que denote la voluntad de compartir una pieza escrita interesante.

Sin embargo esa etiqueta (¿fruto de la inteligencia artificial o atinado apunte de algún programador?), hace justicia a la deriva creativa del realizador otrora radicado en Crespo (Entre Ríos). De la impronta neorrealista de Los labios (2010, codirigida con Santiago Loza), a la incorporación de elementos fantásticos cada vez más explícitos en Vendrán lluvias suaves (2018) y Piedra noche (2021), podemos encontrar una consistencia y una coherencia de sensibilidad y mirada, al tiempo que una apertura para experimentar con los géneros, lo fantasmático y lo sobrenatural. Eso (que, de algún modo, siempre estuvo) alcanza su punto de equilibrio (esa magia difícil de poner en palabras) en El mensaje, que a esa película nos estamos refiriendo.

Sin dudas, parte de aquella magia tiene que ver con el estado de gracia, con esa manera de vivir, compartir y comprometerse que tiene la familia creada por Fund (o de la que él participa) en lo que hace al equipo que ha creado El mensaje. Las imágenes descubren o recuperan la belleza del paisaje sin excesos en el acento en lo pintoresco, sin vicarios detalles o ambages (virtuosa, sutil y sensible la fotografía de Gustavo Schiaffino, como siempre). El sonido nos permite entrar en ese mundo ligeramente onírico, con un ritmo y tempo propios. Las interpretaciones nos generan la certeza de que esas personas existen en el mundo y no solo en la película. En particular, la familia que vemos en pantalla, la que conforman los personajes interpretados por Mara Bestelli, Marcelo Subiotto, Anika Bootz y Betania Cappato, posee una profundidad y verdad que nos lleva a poner en duda los límites de lo pretendidamente sobrenatural.

Volvemos al catálogo, y allí encontramos un resumen bastante más amoroso que aquel que en general se prodiga a las películas (merecidamente, debemos decir, en este año en el que ûhasta ahora- la competencia oficial pendula en general entre lo anodino y lo insostenible). Allí se afirma: "El don de una niña para comunicarse con los animales da a sus tutores la idea de ofrecerle consultas como médium animal para ganarse la vida" (no seguimos porque allí se adelanta la trama quizás algo más de la cuenta). Sí cabe decir que Myriam (Bestelli) interpreta los mensajes que recibe la niña, Anika, mientras que el compañero de Myriam, Roger (Subiotto), se encarga de la administración y gestión del "negocio". Injusto por ahí este término porque El mensaje en modo alguno pone sus criaturas en el lugar de estafadores o timadores que se aprovechan de la inocencia de sus clientes. Fund se toma su tiempo para generar un territorio ambiguo en el que la posibilidad de que esa comunicación sea real; lo que vemos efectivamente resulta verosímil. La deriva narrativa hace foco en la relación entre los personajes (también aparece la madre de la niña, interpretada por Betania Cappato) más que en tratar de elucidar si efectivamente aquel don es real o o un engaño. ¿Estamos ante un fenómeno fantástico? No lo sabemos. Tampoco importa. Es lo que sucede en esa particular familia, en su entorno, y lo que ella hace con ese "don" lo que amorosamente interesa a Fund.

Todo un acierto de la Berlinale programar esta pequeña y hermosa gema en la Competencia Oficial. También una osadía, ya que en general se apunta a otras figuras y golpes de efecto. Estrellas, "temas importantes", shock, esos parecieran ser los elementos más buscados. Nada más ajeno al universo de Fund. Universo al que nos sentimos más cercanos, que nos permite encontrarnos, reflexionar y sentir. Universo que deja aún más en evidencia los despropósitos de muchas de sus "competidoras". Dreams, de Michel Franco con Jessica Chastain, O último azul, de Gabriel Mascaró, If I had legs Id kick you y La tour de glace, de Lucile Hadzihalilovic, que acumulan golpes bajos, crueldad y mensajes reaccionarios. Las dos películas chinas (Living the land y Girls on wire) son productos menores, televisivos, en el último caso, telenovelesco. Hasta ahora sólo la francesa Ari, de Léonor Seraille y la alemana What Marielle knows, de Fredéric Hambalek han traído propuestas personales o interesantes.

Falta casi la mitad de las 19 películas en competencia, pero si el mundo fuera justo, si en la realidad primaran algunos de los valores que abraza "El Mensaje", esta película no debería irse de la Berlinale con las manos vacías.

 

  • Especial para BAE Negocios
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