El Oscar vuelve a abrirse al cine internacional en busca de complacer a todo el mundo
Por qué las nominaciones de Anatomía de una caída y Zona de Interés
Algo poco frecuente sucede con los Premios Oscar en los últimos tiempos, algo que tuvo su explosión definitiva a partir del histórico triunfo de Parasite en la velada de marzo de 2020, poquísimo antes de que el cine -y el mundo- se paralizaran por el covid: la aparición con posibilidades de triunfo de películas realizadas fuera de Hollywood, a veces muy lejos de la Meca del cine industrial.
En aquella ocasión, el filme de Bong Jon-Hoo se llevó no sólo el Oscar a la mejor película internacional, sino también el de dirección, el de guión original y, central, el de Mejor película. Este año, la aparición de Anatomía de una caída y de Zona de interés entre los candidatos muestra un movimiento que gira un poco el eje del negocio.
En principio, Anatomía... podría haber sido la elección francesa al Oscar internacional. Era cantado, y resultó un poco escandaloso que la Academia francesa no lo propusiera. No importó porque la película suma cinco nominaciones (Mejor película, mejor dirección -Justine Triet-, Mejor actriz -Sandra Hüller-, Mejor guión original y Mejor montaje), aunque en ninguna categoría aparece como favorita. Si se considera además que no es el "producto internacional" de una plataforma de streaming, se vuelve más meritorio.
Zona de interés, por su parte, también con Hüller como una de las protagonistas, tiene dineros americanos y franceses, pero fue realizada en Alemania y hablada en ese idioma, y la forma que le dio Jonathan Glazer a la historia dista del cine de Hollywood y se acerca a los modos de autores de festivales. Es favorita a Película internacional (junto con la única con posibilidades de algo producida por Netflix, La sociedad de la nieve) y suma varias nominaciones además de Mejor película.
Pero el punto aquí es que la apertura a lo "internacional" es decidida. Tiene que ver con dos factores. El primero, que las plataformas funcionaron como vectores para la globalización de la producción cinematográfica: las películas de todo origen están disponibles para todos los mercados de la firma. En segundo, la ampliación de la Academia y el ingreso de miembros procedentes de todo el mundo.
Lo que, de algún modo, también favorece a Hollywood en la medida en que concentra, también y finalmente, la "internaionalización" del cine, especialmente el que tiene como fin último la gran pantalla. Si los mercados "extranjeros" se vuelven importantes para amortizar los costos crecientes de las películas de gran presupuesto, no es raro que se los incorpore al Oscar. Quid pro quo.
Trailer de Zona de Interés, una de las candidatas al Oscar