El relato que nos transforma en testigos más allá de la casi infranqueable marea del tiempo

Crítica de Jamás llegarán a viejos

BAE Negocios

Jamás llegarán a viejos es a la vez un documental, un relato emotivo y doloroso, una película de denuncia y un filme experimental, todo realizado por uno de los directores más taquilleros de las últimas décadas. Peter Jackson tomó material filmado durante la Primera Guerra Mundial y lo procesó para que pareciera filmado ayer, en colores, sonido y movimiento. Lo que permite recuperar aquellos rostros de casi niños que fueron a una guerra que no entendían y que terminó en una masacre de proporciones poco comprensibles. La película, justamente, hace eso: logra que comprendamos el tamaño de la tragedia solo a partir de los relatos de sobrevivientes y de tener esas viejas imágenes de tal modo que podamos comprenderlas. El cine rompe -lo quería Bazin- el límite de las épocas y remonta la marea del tiempo para volvernos testigos de un dolor absoluto. Una experiencia única.

 

Título original: They shall not grow old, Gran Bretaña, 2018. Duración: 99’. Dirección: Peter Jackson. Calificación: Apta para mayores de 13 años.

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