El universo de Rocky suma un nuevo episodio sobre paternidad, nobleza y trompadas

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Es probable que no exista serie de películas más noble que Rocky. Aunque hay alguna mala por ahí (Rocky V, casi innecesaria), en general se trata de filmes que van de lo muy bueno a lo excelente, siempre entretenidos, siempre emotivos sin pegar, nunca, debajo del cinturón. Rocky mismo es un personaje de una simpleza y nobleza únicas, un tipo bueno que a veces comete errores. Y esa personalidad contagia todo el universo en el que se mueve. Este segundo capítulo en la saga del hijo de Apollo Creed, Adonis -muy bien interpretado por Michael B. Jordan- implica el encuentro del joven boxeador con dos desafíos: luchar contra el hijo de Ivan Drago (el hombre que mató a su padre en el ring) y ser él mismo padre. Todas las líneas narrativas confluyen y se anudan en la pelea final, que implica para todos los personajes aprender algo. Lo más interesante es la ausencia de villanos. Rocky sigue siendo la trompada en el país de las hadas.

 

Título original: Ídem, EE.UU., 2018. Duración: 123’. Dirección: Steven Caple Jr. Intérpretes: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Dolph Lundgren, Tessa Thompson, Florean Munteanu. Calificación: Apta para mayores de 13 años.

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