Colegio secundario. Chico conoce a chico, éste había estado ya con otro chico pero aquella vez se sintió desvalorizado y humillado. Hay una amiga trans y un amigo hetero que se está enamorando de ella.

Hay bullies, claro, padres comprensivos y otros no tanto, profesores demasiado duros para esta época -podría decirse- y otros con más onda.

El universo de Heartstopper, serie creada y escrita por Alice Oseman, no tiene en apariencia demasiadas novedades respecto de otras muchas historias que abordan la temática juvenil sobre el despertar sexual y el descubrimiento o consolidación, en algunos casos, de la identidad de género.

Pero si bien Netflix últimamente viene ofreciendo quizás demasiado contenido de este estilo -al que sus detractores califican como parte de la movida "woke" de la industria- lo cierto es que esta ficción destaca tanto por su suceso de público como por haber sido muy bien recibida por la crítica en general.

Protagonizada por Kit Connor (Nick) y Joe Locke (Charlie), en su primera parte ambos parecen muy diferentes. El primero es estrella del equipo de rugby escolar, muchas chicas mueren por él, mientras el segundo es retraído, prefiere tocar la batería en vez de buscar popularidad y tiene un poco más en claro su homosexualidad.

Cuando deben compartir banco en el colegio, forzosamente comienzan a conocerse, y aquella improbable amistad se convertiría en inesperado romance. Pero el camino de la aceptación -tanto para el propio Charlie como para algunos de sus amigos- tuvo escollos. Sobre el final de la temporada, las cosas parecen encaminarse y se "autodeclaran" novios.

Pero ahora en esta nueva entrega de 8 capítulos que se estrenaron hoy, la feliz pareja deberá afrontar otro desafío: el afuera. Entre ellos, en privado, todo es mariposas en el estómago, colores y música.

Pero, salvo los más íntimos como Elle y Tao, nadie sabe de ellos. Volver a clase implica aguantarse las ganas de mostrarse juntos porque, a pesar de que podríamos suponer que esta generación es muy abierta en cuanto a la sexualidad del otro, aquí no es tan así.

Si bien Nick logró contarle a su madre (Olivia Colman), la visita de su homofóbico hermano complicará mucho esta fase para los enamorados, ya que la dificultad de vivir simulando comienza a pesarle mucho a ambos. 

¿Cómo estar cerca a diario sin poder estar juntos? Charlie decide volver al equipo de rugby para estar cerca de su chico, pero allí también hay haters que sortear. En esta temporada, será más vital que nunca el apoyo de sus amigos, que también libran sus propias batallas.

Tara y Darcy habían sido novias clandestinas hasta que decidieron dejar de esconderse y visibilizan su relación. Pero... la atención que reciben por ello abruma a Tara. Las complicaciones típicas de una salida del clóset también se ven reflejadas en su historia.

Los -por ahora- amigos Elle y Tao viven el histeriqueo propio de la edad y la situación. ¿Él/ella me quiere o prefiere la amistad? Idas y vueltas que se complicarán cuando Elle comience a enfocarse en su veta artística y haga nuevas amigas que podrían alejarla de Tao. Actuar o no actuar, esa es la cuestión.

Tao y Elle deberán definir si seguirán siendo solo amigos.

Entre los villanos, sin dudas el más detestado por los fans es el que encarna Sebastian Croft como Ben Hope, el primer novio de Charlie que se negó a reconocerlo como novio, por temor a ser intimidado por su sexualidad.

A diferencia de otras producciones, el elenco de Hearstopper se siente más "auténtico" en cuanto a las edades y los intereses que representan, ya que la mayoría no pasa los 20 años.

Algunos también se identifican con el colectivo LGBT+, como Kizzy Edgell, quien interpreta a Darcy Olssen. Tiene 19 años y se define como una persona trans no binaria.

Este año el grupo de amigos vivirá nuevas aventuras, romances y desafíos.

Heartstopper está de regreso. Los exámenes se acercan, y hay un viaje de estudios a París y un baile de graduación que planear. El grupo deberá ingeniárselas para equilibrarlo todo y surfear la ola del amor y la amistad en esta nueva etapa. Pero habrá tiempo: su creadora ya confirmó que la serie tendrá dos temporadas más.