Default: la palabra de moda en el mundo del entretenimiento
Las consecuencias de la pandemia, los mayores intereses para las deudas y un panorama global incierto multiplican los defaults entre las empresas dedicadas a los medios y el entretenimiento. Números que superan el promedio de la década.
Desde 2022 hay una ola de despidos y achicamiento en las principales compañías -no solo estadounidenses- dedicadas a los medios y al entretenimiento. Un informe de Variety publicado este fin de semana explica varias de las razones por las cuales esto no es más que el comienzo de una profunda reestructuración en el sector. Uno de los indicadores más claros es la cantidad de defaults -es decir, de no pagos de deudas e intereses- en los que han caído las firmas dedicadas a este negocio. En efecto: la cantidad de defaults se multiplicó. En lo que va de 2023, fueron 71; el promedio de los últimos diez años ha sido 50 y el año pasado fueron 53. La aceleración es evidente. El 75% de los defaults ocurrió en los EE.UU., pero el problema es global.
La mayoría de las empresas tiene más deudas en acciones y bonos que cash. Las subas de intereses de la FED en estos últimos tiempos y una retracción fuerte del sector fueron suficientes para que muchas fallen a la hora de honrar sus obligaciones. Quienes salieron a jugar fuerte en la fiebre de adquisiciones y fusiones de 2018 y 2019 se encontraron con la imposibilidad de llevar adelante sus planes de negocios y eso, como un efecto dominó, llevó al default en estos tiempos. Variety cita el ejemplo de la americana Diamond Sports Group, que quiso ampliar su negocio de deportes en vivo y adquirió una centena de emisoras locales en los EE.UU. a Disney por casi 11.000 millones de dólares en 2019, el peor momento posible. Hoy entró en default.
Es decir: la pandemia causó un cimbronazo, pero las condiciones posteriores hacen que la recuperación sea lenta, si no imposible. Por eso todas las firmas están despidiendo empleados. Hay que sumar un contexto de tensión sindical. El futuro es gris y dependerá de una recuperación económica global que no parece estar en el horizonte inmediato.