CINE

Las comedias coparon la Competencia Oficial del Festival de Cannes

Fernando E. Juan Lima

@fejlima

Desde Cannes

 

Lo veníamos diciendo desde la apertura con Deuxième acte, de Quentin Dupieux: no es tan habitual que se programen comedias en la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes y ello es especialmente así en lo que hace a la competencia principal.

  Este año se ha producido una clara excepción a esa regla. La película francesa Emilia Perez, de Jacques Audiard, si bien pone el foco en el narco y los desaparecidos en México (además de cambios de sexo, corrupción en política y ONGs y alguna otra lindeza) es, básicamente, una comedia. Y una comedia musical, para más datos. Sí parece un disparate. Y efectivamente lo es, pero, insólitamente, funciona. Kinds of kindness, del griego Yorgos Lanthimos (cuya Pobres criaturas, en la que –como en esta- protagonizan Emma Stone y Willem Dafoe, acaba de llegar a la plataforma Star Plus) se sumerge decididamente en el humor (sin perder la crueldad), contando tres historias con distintos protagonistas pero los mismos actores.

En la cobertura de este festival hablamos sobre The substance, de Coralie Fargeat, con Demi Moore. Se trata de una película que encuadra en el body horror, pero sus excesos, entre la ironía y la parodia, la llevan sin dudas a navegar decididamente los mares del humor. Lo mismo que The apprentice, de Ali Abbasi (el director de Holy spider), en la que, en todo caso, sólo podría uno preguntarse si el efecto cómico tiene que ver con una búsqueda del guión o se trata solo del valor documental del modo de actuación del ex presidente estadounidense Donald Trump (la película se centra en su proceso de aprendizaje con el conocido abogado Roy Cohn).

En Marcello Mio de Christophe honoré, Chiara Mastroianni decide transformarse en su padre y lo que vemos es cómo el espíritu del Gran Marcello interactúa con quienes formaron parte de su vida a un lado y otro de la gran pantalla (actuación de la gran diva Catherine Deneuve incluída). La película no termina de funcionar, pero de lo que no hay duda es que, efectivamente la narración transita por el territorio de la comedia.

Y comedia salvajemente divertida es, también, una de las mejores películas presentadas en el festival: Anora, de Sean Baker (el director de Starlet, Tangerine y The Florida Project, con las que dialoga muy directamente. Con mucho sexo, humor y música seguimos la improbable deriva sexual/amorosa entre una bailarina erótica y escort con el hijo de un millonario ruso.

Lo dicho: inhabitual el número de comedias programadas este año. La ceremonia de clausura tendrá lugar hoy y conoceremos el Palmarès ¿Se atreverá el jurado presidido por Greta Gerwig a otorgar el premio mayor a una de ellas?

 

 

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