Las películas de la semana: a qué apostarle para no perder el precio de la entrada
Hay varios estrenos y hay restrenos grandes. Y hay para ver y entretenerse, lo que no suele ser la norma en los últimos años. Si quiere saber dónde pagar una entrada, acá van algunos consejos. Eso sí, la elección es suya.
Seguimos pensando que, dada la espantosa realidad que nos rodea, no se puede hacer otra cosa más que ver películas. Por dos días (no locos), recomendamos dejar de lado la política y la economía, dejar de preocuparse y pagar una entrada al cine. Sí, claro, está cara, ya sabemos. Y no quiere perder el precio. Nos pasa, quédese tranquilo. Así que vamos con esta pequeña guía de inversiones para la taquilla.
Estreno interesante: Presencia. El director es Steven Soderbergh, que filma muchísimo y no siempre vale la pena, aunque es raro que no aparezca alguna idea interesante en alguna de sus obras. Justo cuando se cumplen (¡ya!) veinticinco años de Erin Brockovich (quizás su película más exitosa y el Oscar que le debían a Julia Roberts), aparece un filme casi opuesto. Es en sí una película de terror donde hay una familia con problemas en una casa habitada por un fantasma. La cámara adopta el punto de vista de lo sobrenatural -buena elección-, la familia genera tensión en el espectador con sus discusiones y problemas cotidianos, y de a poco la cosa se vuelca al thriller. Que está muy bien, incluso en su vuelta de tuerca final. Eso sí, no espere sustos constantes, sino un drama que se desarrolla paulatinamente y siempre causa molestia al espectador (es su fin). En el fondo es un experimento que funciona.
Otro estreno es Novocaine-Sin dolor. Problema: tiene un solo chiste, el de un muchacho común que no siente dolor y se enfrenta a los tremendos secuestradores de la chica que le gusta. Pero es divertida, tiene diálogos a veces filosos, muchísima sangre y humor negro (aunque es un humor negro infantil, como los chistes de zombies que puede hacer un chico de diez años) y se pasa volando. Clase B bien hecha, digamos, y con el protagónico de Jack Quaid muy afilado, lo que le otorga un puntito más.
Dejemos pasar la versión de terror de Peter Pan, que se suma a las de Winnieh Pooh y Mickey Mouse gracias a que todo esto pasó a dominio público. Es gente que se muere cruelmente y es una pena, porque el niño que no quería crecer es un gran motivo para el terror totalmente desaprovechado. Y si tienen que entretener niños, está la animación francesa Pattie y la furia de Poseidón, donde una ratoncita se enfrenta al dios de los mares. Es amable, bien diseñada y nada memorable. Pero esa sí entretiene.
De todos modos, se restrena (por tiempo limitado) en pantalla grande El Señor de los Anillos. Bueno, las tres películas, La Comunidad del Anillo, Las Dos Torres y El Retorno del Rey. ¿Si vale la pena? Si en estas poco más de dos décadas desde el estreno de la tercera sólo las vio en televisores, es una experiencia totalmente distinta en pantalla grande y sonido Dolby. No sólo eso: siguen constituyendo una de las mejores adaptaciones ce un texto a la pantalla -se nota la devoción de Peter Jackson por Tolkien y su mundo- y no han perdido nada de su fuerza visual. Esto demuestra lo buenas que son, si se tienen en cuenta los enormes avances en efectos digitales que ocurrieron en estas décadas. Y sí, puede llevar niños no muy chicos. Se lo van a agradecer. ¿Lo mejor de la semana? Y sí, qué le vamos a hacer.