Los salarios de las estrellas de cine alcanzan cifras siderales en el on demand de Netflix
Montos superiores a los u$s30 millones para Will Smith o Ryan Reynolds
El artículo central de Variety de esta semana consiste en lo que cobran las estrellas hoy en día en los grandes proyectos cinematográficos. Sorpresa: el cine paga menos, hoy, que el streaming, y el principal creador de cifras millonarias es Netflix (doble sorpresa, ¿verdad?). Los números pueden parecer escalofriantes: un ejemplo que provee la revista es el de Ryan Reynolds, que cobraría u$27 millones por una película llamada Six Underground, dirigida por Michael Bay. Mientras que Will Smith, quien para realizar una tercera parte de Bad Boys pidió por debajo de los u$ 20 millones, cobrará u$ 35 millones por la segunda parte de la película policial de fantasía Bright para la plataforma de streaming.
¿Por qué sucede esto? Hay varias razones. La primera: las estrellas de cine suelen asociarse a la producción de una película y piden a cambio un porcentaje de las ganancias que suele superar con mucho lo que perciban como salario. Probablemente es lo que pase con la secuela de Top Gun, Maverick, por la cual Tom Cruise no recibirá los acostumbrados veinte millones que suele cobrar cuando no produce él mismo, sino entre doce y dieciséis millones. Pero se va a llevar un par de puntos de recaudación global (y si supera, como se espera, los u$ 500 millones solo en pantalla grande, será una excelente cifra). Las estrellas, en estos casos, perciben porcentaes por todo el recorrido de una película: sala, DVD, streaming y TV.
Pero en el caso del SVOD, no es así: solo es el salario y Netflix se queda con toda posibilidad de marketing más allá de la película. Todo producto derivado que pueda surgir de una película tiene como única beneficiaria a la plataforma de streaming. El salario además es fijo porque la capacidad de los usuarios del SVOD de ver un contenido es ilimitada y la "ventana" no se cierra (a menos que, en el futuro, Netflix decida licenciar contenidos para el cable normal o la televisión de aire; o incluso otras plataformas on demand). Pero al mismo tiempo, Netflix tiene una cantidad concreta de usuarios en todo el mundo y se puede medir esa audiencia; nadie sabe cuál es el público potencial de una película cualquiera, solo puede apreciarse estadísticamente de acuerdo con otras de mismo género o mismas características (incluidas las estrellas entre tales características). Por lo demás, Netflix no quiere revelar sus propias estadísticas. Por lo tanto, fija un precio alto para los salarios directamente. Pero eso al mismo tiempo va a distorsionar -ya distorsiona- el resto del audiovisual, que aún requiere de estrellas. Aunque quizás el super tanque y la aplicación de la tecnología digital puede volcar "la actuación" al campo del SVOD.