Casi un año después de anunciar su divorcio, en mayo de 2021, Melinda Gates, exesposa del magnate y filántropo estadounidense Bill Gates, decidió hablar sobre la separación. En declaraciones a un programa de televisión, Melinda repasó los rumores que circularon después del anuncio, las visitas de Bill al polémico financista Jeffrey Epstein y cómo se sintió ella en los meses posteriores a la separación. 

"Lloré muchas lágrimas durante muchos días. Días en los que estaba literalmente en el suelo, en la alfombra, pensando: "¿Cómo puede ser esto?", confesó Melinda a Gayle King en CBS Mornings. Aunque el anuncio fue en mayo, el divorcio se firmó oficialmente en agosto. El primero en refererise a la separación fue Bill Gates, que, apenas días después de firmar los papeles, dijo que era "un momento de reflexión" y aseguró que Melinda tenía "fortalezas increíbles". Sin embargo, nada dijo sobre los motivos de la decisión de la expareja. 

¿Qué pasó? ¿Qué hizo que una de las parejas más famosas, con tres hijos, una fortuna de 124.000 millones de dólares y una enorme fundación en común, decidieran partir sus caminos? Mucho se especuló sobre el fantasma de Jeffrey Epstein en la relación de Bill y Melinda —hasta se dijo que el financista había sugerido el divorcio—, ya que el creador de Microsoft había tenido varias reuniones con quien después resultó ser un traficante de menores, pedófilo y abusador que se suicidó en prisión poco después de ser encarcelado. 

 

Bill Gates aseguró que esos encuentros eran con el objetivo de "obtener miles de millones de dólares de filantropía para la salud mundial a través de los contactos que tenía", algo que jamás se concretó y, por lo tanto, la relación "se terminó". Posteriormente, Bill Gates pidió perdón por esos encuentros, a los que calificó como un "tremendo error de juicio". Sin embargo, Melinda agregó un nuevo punto de vista sobre esas reuniones. “No me gustó que tuviera reuniones con Jeffrey Epstein… Se lo dejé claro”, contó.

Además, agregó que conoció a Epstein una vez, porque "quería ver quién era ese hombre", pero "se arrepintió desde el momento en que entró por la puerta". “Era abominable, el mal personificado. Después tuve pesadillas al respecto”, dijo Melinda. Y aunque ella desaprobaba la relación, las reuniones continuaron. “Cualquiera de las preguntas que quedan sobre la relación de Bill … esas son para que las responda Bill”, sostuvo.

El motivo de la separación de Bill y Melinda Gates

¿Fueron entonces las reuniones con Jeffrey Epstein el detonante? Melinda dijo que no, aunque ciertamente tuvieron que ver con la decisión final. Tampoco hubo algún otro hecho específico que llevó al divorcio. "No fue un momento específico o una cosa concreta lo que ocurrió. Llegó un momento en el que me di cuenta de que no era sano y de que ya no podía confiar en lo que teníamos", le contó a Gayle King.

Atrás quedaron, por ejemplo, los romances que tuvo Bill Gates, algo que "ya estaba resuelto" porque Melinda "cree en el perdón". “Di cada parte de mí misma a este matrimonio. Me comprometí con este matrimonio desde el día que nos comprometimos y hasta el día en que salí de él... pero también creo que la sociedad solía poner cosas sobre las mujeres como si fuera nuestra culpa”, agregó. “No hice nada malo, así que mantengo la cabeza en alto”.

Lo que no podrá quedar atrás después de los 27 años de matrimonio es la Fundación que lleva el nombre de ambos, que por ahora continúa sin interrupciones. Y si continúa es porque Bill y Melinda la siguen dirigiendo. 

— Ciertamente tenemos una relación de trabajo y diría que somos amigos en este momento — declaró Melinda. 
— ¿Amigos? — insistió King.
— Amigos es una palabra diferente para mí... eso podría suceder con el tiempo, pero para mí todavía hay una curación que debe ocurrir.

Sin embargo, aclaró: "Creo que (la fundación) siempre nos ha hecho ser mejores. Y creo que algo de lo que la gente no se da cuenta es que, en los momentos difíciles, durante los últimos 18 meses, mientras por detrás llevábamos a cabo todo este proceso (de divorcio), hemos sido capaces de trabajar juntos de forma efectiva. Y no diré que haya sido fácil, pero lo hicimos. En mi caso tuve días en los que me echaba a llorar una hora antes de tener una reunión virtual, o estaba enfadada, pero me sobreponía y sacaba mi mejor versión. Y creo que podemos seguir haciéndolo”.

Ya sin su matrimonio con Bill Gates, ¿hay una nueva oportunidad para el amor? “Espero que me vuelva a pasar. Estoy sumergiendo el dedo del pie en el agua de a poco”, respondió Melinda.