Murió Penny Marshall, maestra de la comedia y una de las grandes realizadoras contemporáneas

Dirigió Quisiera ser grande y Un equipo muy especial, filmes magistrales

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El miércoles una noticia entristeció al mundo del cine: la directora y comediante Penny Marshall, la primera mujer en dirigir una película que recaudase más de u$ 100 millones solo en los EE.UU. (Quisiera ser grande), falleció a los 75 años de edad en su hogar por complicaciones debidas a su diabetes. La causa es lo que menos importa: en momentos donde las mujeres finalmente recuperan una voz, se calló una de las más importantes.

Marshall comenzó como actriz -y guionista, aunque no siempre reconocida. En la exitosa serie Happy Days, creó el personaje de Laverne DeFazio, mesera y compañera de Shirley Freeney (Cindy Williams). Luego Laverne & Shirley tuvieron su propia serie, exitosísima, donde dirigió algunos episodios. En ese entonces, era pareja del actor, luego guionista y director Rob Reiner: ambos fueron renovadores de la comedia americana. En 1986 dirigió su primer largo, Sálvese quien pueda, con Whoopi Goldberg, y en 1988, Quisiera ser grande, su mayor éxito.

Curioso: todas sus películas son historias de mujeres que nunca subrayan su auténtico feminismo. Incluso Quisiera..., que además le dio la primera nominación al Oscar a Tom Hanks, tiene un punto de vista femenino desde los personajes de Mercedes Ruehl -la mamá de Josh, el nene de 13 que mágicamente pasa a tener 30 años- y el de Elizabeth Perkins, la adulta que se enamora de Josh sin saber que es un niño. Esa película -hoy la rechazaría cualquier estudio por la secuencia de sexo entre los protagonistas, aunque está perfectamente integrada a la historia- muestra las virtudes de Marshall: emoción sin golpe bajo, perfecto timing cómico, y el registro de los momentos felices de sus criaturas incluso en la adversidad.

Luego de ese filme, tuvo dos éxitos importantes. Uno fue Despertares (de 1990) y la gran Un equipo muy especial, de 1992, que narraba la historia de la primera liga de base-ball femenino de los EE.UU. Al mismo tiempo comedia deportiva, retrato histórico, melodrama sobre las consecuencias de la guerra, reflexión sobre el paso del tiempo y declaración de principios, mostraba el arte de Marshall para cambiar tonos y provocar empatía por todos y cada uno de sus personajes.

A pesar del éxito, no dirigió muchas más películas: Hollywood es implacable con las mujeres incluso si se muestran competentes. Hizo un gran filme sobre la educación y el sentido del arte (Un nuevo hombre, con Danny DeVito) y una obra maestra sobre la maternidad adolescente y el paso a la adultez de una mujer, Los muchachos de mi vida, con Drew Barrymore. Penny Marshall no es importante por ser "pionera" o "mujer", sino por ser una gigantesca, genial cineasta: sus películas lo prueban.

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