Netflix aprendió del cable premium y ha dispuesto de una estrategia de "gratuidad" para sumar suscriptores. En los EE.UU. y en varios otros mercados, puede verse gratuitamente y sin ser suscriptor la comedia romántica de 2018 A todos los chicos de los que me enamoré, basado en un best seller juvenil. Ese filme funcionó muy bien en la plataforma y el objetivo de Netflix, ante el estreno de la secuela, es "sumar" nuevos abonados que deseen, tras ver el original, conocer la continuación. Es decir, la misma estrategia de las señales de cable cuando "abren" su programación para abonados en pos de nuevos suscriptores.

Hasta ahora, Netflix no había contado con estrategias similares ni abierto su plataforma (así como tampocol, por otro lado, ha licenciado contenidos exclusivos a terceros). Apunta en este caso a incrementar sobre todo su capital de suscriptores más jóvenes -ambas películas tienen como target adolescentes y jóvenes adultos-, que además son los que más dinero gastan en contratar servicios de contenidos a la carta, o al menos -según diversos estudios de mercado- los que tienen mayores intenciones de hacerlo.

Hace un lustro, HBO reveló que no se preocupaba por perseguir la piratería que rodeaba a cada temporada de Game of Thrones. Sucedía que esa "piratería" atraía nuevos suscriptores que, una vez que se ponían "ilegalmente" al día con los contenidos, querían "entrar" a la conversación global sobre el tema accediendo a la serie en su estreno, para lo cual se abonaban. La estrategia de Netflix, apenas una prueba por ahora, apuntaría a lo mismo, solo que desde lo "legal". Con la competencia en el campo, la firma busca afianzar su peso en el on demand, donde por ahora permanece como líder global.