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Películas oscuras, cine luminoso en Max

Algunas de las mejores películas son policiales o dramas oscuros donde se ve la trastienda humana. Aquí va una selección -desgraciadamente muy tirada al “hoy”- de esas películas, entre ellas famosas y no tanto, para disfrutarlas en el acervo de Max.

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Cuando hablamos de cine negro o “noir” (denominación creada en ambos casos por los franceses) pensamos en suspenso y crímenes, en ciudades que son nidos de corrupción. Se acierta, pero se olvida en general que esas películas lo que intentan es mostrarnos las taras que la “civilización” oculta. Las mejores muestras de ese cine pertenecen a los años cuarenta y cincuenta pero desgraciadamente casi no hay nada de eso en las plataformas. No vamos a quejarnos sino a buscar en Max -la más cercana al género porque tiene el archivo de Warner Bros., rey del noir- dónde quedó ese espíritu.

Arranquemos por el mega clásico Casablanca. Que casi todo el mundo (casi todo el mundo que no la vio) confunde con un drama romántico, y si bien parte del mecanismo de la trama tiene que ver con una pareja separada por la Historia (en este caso lo que los separa es la ocupación nazi de Francia) es un noir hecho y derecho. Ambientada en una ciudad -la Casablanca del título- que está manejada por franceses y alemanes en plena guerra y es, también, el lugar “de rescate” para quienes huyen de Europa, es la historia de un cínico descreído (Humphrey Bogart) que puede conseguir un pasaporte para un líder de la Resistencia (Paul Henreid), actual pareja de quien fuera su amor (Ingrid Bergman). Rodar esto cuando la guerra estaba en su punto más álgido fue valiente; pero la película muestra las miserias de quienes lucran con la necesidad humana, así como la esperanza de quienes viven oprimidos. Mucho más de suspenso que amorosa, es una cima demasiado poco valorada por los estudiosos.

Más acá, una que se vendió como “de acción” y es la segunda película de Ben Affleck como director. Dicho sea de paso, Affleck es muy bueno y hasta tiene un Oscar -por Argo, su tercera película- como cineasta. Atracción peligrosa no es, tampoco, la historia de un ladrón enamorado de una de sus víctimas, sino sobre todo la historia de un grupo de amigos que ha pasado su vida en el lado equivocado de la ley. Más allá de Affleck y del muy buen trabajo de Rebecca Hall, el que se lleva todos los aplausos en una película de una precisión narrativa notable (y grandes secuencias de robos, de paso) es Jeremy Renner, como ese hombre violento y valiente que encuentra redención en el sacrificio.Traten de verla porque está todo el género en excelente forma.

Muy noir es Batman-El caballero de la noche. Se ha hablado muchísimo de este filme, es cierto, y lo vio casi todo el mundo. Pero vale la pena volver a él para prestarle atención a su retrato del submundo criminal y de la corrupción policial y la política. Que haya un superhéroe o que aparezca el caos en forma del Guasón es simplemente un mecanismo para que pueda mostrarse en modo “entretenimiento” la interrelación entre la gran empresa, el mundo financiero, el delito y el poder político. Si se le aplica ese filtro, es otra película completamente distinta y puro cine negro, incluso en sus momentos de puro melodrama.

Una noche para sobrevivir, de Jaume Collet-Serra, no sólo es la mejor de sus películas en colaboración con Liam Neeson (que incluye además un trabajo monumental de Ed Harris) sino al mismo tiempo la mejor encarnación del noir clásico e incluso de su lazo con el western. En el filme hay un viejo hampón que nunca llegó lejos (Neeson) y su amigo, el que sí (Harris). Un mal día, el hijo del primero mata -con causa y justicia- al del segundo y comienza una cacería. Pero al mismo tiempo que se trata de una película de acción y suspenso, es un retrato de barrios bajos, de relaciones de poder, del crimen como única alternativa a ciertos desplazados, de la culpa y la relación entre padres e hijos. Y también el cuento de una amistad lacerada por el dolor. Una de las mejores películas de la última década y aquí sí, justamente por la incorporación del melodrama familiar y su duelo final muy “western”, un verdadero ejemplo del género.

Y por último, quizás la mejor película de David Fincher (que de todos modos tiene una filmografía excelente). Zodiac es la historia -casi- real de tres personas (un dibujante, un periodista, un detective) que tratan de encontrar al “asesino del Zodíaco”, un personaje que aterrorizó el estado de California a fines de los sesenta y principios de los setenta. El elenco es extraordinario (Jake Gylenhaal, Robert Downey Jr., Mark Ruffallo coo el terceto protagonista) y las apariciones de un asesino que parece aleatorio y luego envía a la prensa mensajes sobre sus crímenes funciona muy bien. Pero aquí sobre todo lo que funciona es el retrato de una obsesión, la búsqueda de un Mal elusivo que es el exacto reverso negativo del mundo cotidiano (y lo afecta). Incluso si se trata de un caso real cuya resolución nunca quedó del todo clara, Fincher logra mantenernos en tensión, evitar el docudrama y apuntar a otra cosa, a cómo este mundo alberga su propia capacidad de destrucción. Muy negra, en todo sentido.

 

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