¿Adiós a la Suiza de América latina?: crisis de confianza inversora en Uruguay hace caer depósitos de no residentes
Una decisión del Gobierno permite a la Dirección General Impositiva acceder a información bancaria sin autorización judicial. Las sombras de esta reforma han impulsado capitales hacia jurisdicciones como Islas Caimán, Panamá o Estados Unidos. ¿Adiós a la Suiza de América latina?
El reciente agosto negro en Uruguay ha dejado una marca indeleble en la economía del país. La caída del 4,2% en los depósitos de no residentes en agosto es solo la punta del iceberg de una crisis de confianza que amenaza con redefinir el panorama económico uruguayo.
La fuga de capitales ya no es una simple hipótesis; se ha convertido en una realidad palpable que preocupa a inversores y analistas por igual.
El gobierno de Yamandú Orsi ha sido señalado por su manejo de la situación, especialmente tras la reforma del artículo 635. Esta medida, impulsada por Gabriel Oddone y Graciela Cosse, ha sido criticada por su falta de previsibilidad y por socavar la confianza de los inversores. La capacidad de gestión del gobierno ha sido puesta en duda, y la credibilidad, un activo invaluable, parece estar en juego en la llamada Suiza de América latina.
La inclusión abrupta del artículo 635 en el proyecto de Presupuesto 2025 ha desatado una crisis de confianza sin precedentes. La medida permite a la Dirección General Impositiva acceder a información bancaria sin autorización judicial, lo que ha generado un pánico entre los inversores. Este cambio en la protección de la privacidad fiscal ha sido visto como un ataque a la estabilidad regulatoria que Uruguay había prometido.
El gobierno ha defendido la reforma como un paso necesario para cumplir con los estándares internacionales. Sin embargo, la falta de control judicial previo ha sido un punto de controversia. Los inversores consideran que la promesa de previsibilidad económica, que había sido un pilar de la atracción de capitales extranjeros, ha sido rota, generando dudas sobre el futuro del entorno de inversión en Uruguay.
Los impactos de esta medida no se han hecho esperar. Los depósitos de no residentes han caído significativamente, y el sector inmobiliario ha visto un aumento en los desistimientos de compras de alta gama. Además, empresas en Zonas Francas están considerando relocalizarse, buscando jurisdicciones con marcos regulatorios más estables.
Impacto en los agentes económicos
Lo que se presentó como una medida para fortalecer la recaudación fiscal ha tenido un efecto devastador en la confianza de los agentes económicos. La Unión de Exportadores e Inversores ha calificado la reforma como un "disparo en el pie" para la economía nacional.
Los mercados financieros han reaccionado con nerviosismo. Fondos internacionales con exposición a Uruguay han liquidado millones en bonos estatales, reflejando la pérdida de confianza en el país. Este episodio ha cuestionado la imagen de Uruguay como la "Suiza de América latina", un refugio de estabilidad para los grandes fondos financieros en una región convulsionada.
El daño reputacional global podría ser el impacto más duradero. Este caso ya se estudia en cátedras de derecho tributario y compliance como ejemplo de "cómo no gestionar reformas fiscales". La percepción de que "el impuesto más caro es operar en Uruguay" está ganando terreno entre empresarios locales e internacionales.