Del vértigo electoral al alivio post 26-O: el mes de la inédita intervención de EEUU

El dólar acumuló una suba mensual de 4,7%, pero tras el 26-O el mercado se estabilizó y el BCRA empezó a soltar la soga, la divisa cayó 3% en la última semana

BAE Negocios

El viernes posterior a las elecciones, las pantallas del mercado cambiario mostraban un movimiento inusual: el dólar mayorista, que venía de subir casi $5 por día en la previa de los comicios, cerraba a $1.445, con un retroceso de $47 en la semana. No hubo euforia, sino alivio.

Detrás de ese viraje estaba el resultado del 26-O, que consolidó a La Libertad Avanza en el Congreso y descomprimió la expectativa devaluatoria. El tipo de cambio terminó octubre con una suba de 4,7%, pero se estabilizó por debajo del techo de la bandaen $1.496—, en sintonía con el nuevo ánimo financiero que siguió a la inédita intervención de EEUU para contener la corrida preelectoral.

Un mercado que se reacomoda

El reacomodamiento fue general. En el Banco Nación, el dólar minorista cerró a $1.475 para la venta, con una baja semanal del 2,6%. El promedio del BCRA lo ubicó en $1.422,11 para la compra y $1.475,11 para la venta. El dólar tarjeta trepó a $1.917,5, mientras que el blue retrocedió $80 hasta igualarse con el mayorista, en $1.445.

Los dólares financieros acompañaron la corrección: el MEP cayó un 4,4% semanal hasta $1.480,83, y el contado con liquidación (CCL) cedió un 4,2%, a $1.500,80. Los contratos de futuro marcaron leves subas —hasta 1,3%—, con operaciones por más de USD 1.000 millones. El mercado prevé que el dólar mayorista alcance $1.477,5 en noviembre y $1.517 en diciembre.

El BCRA acompañó la calma
El BCRA acompañó la calma
El Banco Central empieza a soltar la soga

En paralelo a la calma cambiaria, el Banco Central dio su primera señal de distensión. Con la Comunicación “A” 8350, modificó el esquema de encajes bancarios: desde noviembre, el cálculo del efectivo mínimo volverá a ser mensual y no diario. Los bancos deberán mantener, de todos modos, al menos el 95% del total exigido cada día.

Tras dos meses de tasas altísimas y escasez de pesos, el cambio implicó un giro moderado en la política monetaria. "Es una señal en la dirección correcta, luego del endurecimiento previo a las elecciones", evaluó Portfolio Personal Inversiones. La resolución no altera el monto total encajado, pero suaviza la operatoria y busca reducir la volatilidad que dominó la previa electoral.

Reservas y horizonte externo

Desde el plano político, el canciller Pablo Quirno, que hasta hace poco ocupaba la Secretaría de Finanzas, confirmó que el BCRA está en condiciones de encarar una política de acumulación de reservas. El objetivo inmediato es despejar cualquier riesgo de cesación de pagos y consolidar la estabilidad del régimen cambiario.

En el frente externo, los analistas observan dos noticias alentadoras: una mejora proyectada en los precios del petróleo y la soja. De concretarse, la combinación podría apuntalar el saldo comercial argentino y dar aire al programa de acumulación de reservas.

Epílogo de octubre

El dólar cerró el mes con menos vértigo y más previsibilidad. La volatilidad que marcó la antesala electoral dio paso a un escenario de tasas más bajas y operaciones más calmas. En las mesas cambiarias lo resumen así: el dólar dejó de ser el termómetro del miedo y volvió a moverse al ritmo del mercado.

 

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